Este trabajo que os doy ahora a conocer fue una conferencia que realicé en la Iglesia de Santa María de Moya el 11 de agosto de 2003 con motivo del DÍA DE MOYA, invitado por la Asociación de Amigos de Moya de la que soy miembro activo.Fue un año antes de publicar mi libro: SALVACAÑETE: su historia y sus gentes que apareció en agosto de 2004 .En el mismo hago un repaso de la historia de Salvacañete como aldea de Moya hasta que con la abolición de los señoríos pasó a ser villa independiente.Parte del mismo fue publicado en la Revista Moya el año 2004.
CURIOSIDADES
DE LA HISTORIA DE SALVACAÑETE
COMO ALDEA DE MOYA
Buenos días a todos y
todas los habitantes de las Tierras de Moya presentes hoy en esta celebración
del Día de Moya 2003. Es para mi un honor poder compartir esta jornada con
todos vosotros en este marco tan singular que recoge la historia de Moya.
Gracias a la Asociación de Amigos de Moya por invitarme a este acto y a su
junta Directiva por los desvelos en recuperar
el esplendor que tuvo antaño la
villa murada de Moya y su antiguo Marquesado
Quiero
compartir con vosotros unos retazos de
la historia del pueblo que me vio
nacer, mi querido y entrañable Salvacañete, historia que llevo varios años investigando y que próximamente daré a
conocer. Lo he titulado “Curiosidades
de la historia de Salvacañete como aldea de Moya” y a lo largo de mi intervención iré hablando de algunos de los aspectos de la
historia de mi pueblo relacionados con Moya y que por tanto forman parte de
esas páginas de la historia de la Tierra de Moya y de su antiguo
Marquesado que han escrito todos y cada uno de los 36 lugares que lo formaban a
lo largo de cuatro siglos de empresa común.
Aspectos
históricos de Salvacañete
En
nuestro término se han encontrado restos
prerromanos en el Cerro del Molino
de Abajo o junto a la Nogueruela o
Torrefuerte correspondientes a la Edad del Bronce, en su final, y romanos: Cerámicas, monedas, brazaletes,
vasijas (Tesorillo de Plata de
Salvacañete del año 95 a. C.), un mosaico y restos de dos antiguas villas
romanas, ( Mansión Albónica y Mansión
Agiria) localizados junto a la ermita de la virgen de Valdeoña y en las
proximidades de Torrefuerte. Por aquí pasaba
un ramal de la antigua vía romana, el que iba desde Iniesta ( Egelasta)
hasta Molina de Aragón. En nuestro término hay restos de esa época en el Molino
de Abajo, en la ermita, en Ciriyuelos y Cernina y en Torrefuerte. Ocupado por los árabes, en la época de la Reconquista fue atalaya de vigilancia
entre reinos cristianos y musulmanes en
los siglos X, XI y XII, lugar frecuente de disputas entre Albarracín, Huélamo y
Alpuente, antiguos reinos de taifas musulmanes.
Aldea de La Nogueruela (Salvacañete) con orígenes medievales. Conocida como heredad de La Nogueruela. .Foto de mi amigo Faustino Calderon Garcia. Muchas gracias.
En la edad Media se construirían los castillos
de TORREFUERTE y el destruido de
SALVACAÑETE como lugares de defensa de
MOYA y
CAÑETE. Además aparecerán algunas fortificaciones más en los parajes
del Castillejo y el Castillón todas
ellas como defensa de Moya por esta zona. Aquí llegó El Cid en el siglo
XII, procedente de Ademuz, según recogen
documentos de la época Del siglo XIV hay documentos que prueban que en 1325 Salvacañete, Cañete, Requena, Molina y
Cuenca y todos los lugares y castillos de la zona fueron ofrecidos
como dote en matrimonio por Bernaldo de Cabrera para trato en matrimonio entre doña
Juana con el conde de Trastamara (Libro VIII cap. XXXV Zurita, GERÓNIMO de.- Anales de la Corona de
Aragón” Zaragoza 1562-1579.) Edición moderna de A. Canellas López, 1967, 8
vols. Esta zona será zona de conflicto entre las antiguas villas de Moya,
Castielfabib y Ademuz en los siglos XIII
y XIV por los pastos y el paso de los
ganados dando lugar a numerosos pactos y concordias en los que intervinieron
los reyes castellanos y aragoneses para delimitar la raya o frontera entre
reinos.
Cuando Alfonso VIII
manda repoblar Moya a raíz de su conquista en lo que es actualmente el término
de Salvacañete surgirán diversos enclaves habitados allí donde había bosques, pastos para el ganado, tierras de
cultivo y agua abundante apareciendo las grandes aldeas que ha tenido
Salvacañete durante siglos: Hoya del
Peral, Casas Nuevas, El Portillo, La Nogueruela, Los Cortijos, Fuente de la
Sabina, Torrefuerte, Valle Carmona y Fuentes Claras. Esta última ocuparía
el lugar del actual pueblo de
Salvacañete y sería la más grande de todas. Por un hecho histórico ocurrido en el paraje de Las Huesas en el
siglo XIV por el cual los habitantes de
Fuentes Claras acudieron en ayuda de los
de Cañete en sus frecuentes enfrentamientos con
los de Castielfabib y por el cual
vencieron los de Cañete pasó a
llamarse Salvacañete.
Desde la época del
Señorío Moyano aparece la vinculación de Salvacañete y sus lugares vinculados a los destinos de Moya. El
aprovechamiento de las maderas de sus bosques, los pastos de sus numerosas dehesas y los deslindes con
el Señorío de Albarracín y posterior Comunidad de montes de Albarracín aportan
datos muy interesantes.
Así en algunos
documentos de la colección Abella se habla de la protección real que
tenían los pinares de Tórmeda.
En el legajo 1º “ Privilegio del rey D. Alfonso para que la
villa no pagase al Marqués cosa alguna
por la tala y corta del pinar de Tórmeda que consumió. Librado
en Alcalá de Henares año de 1383”
En el legajo 1º” Merced que hizo el rey D. Juan a la villa para que no pagase cosa alguna por la tala del pinar de Tórmeda. Dado en Madrid en
1382”.
En el año 1423 se menciona la venta de la heredad del Prado de la Madera
en término de Salvacañete relacionada con la figura del alcalde de sacas“..Yo, Lope Ximénez de
Mescana, alcaide de sacas en el
Archidianazgo de Moya...”.El alcaide de sacas era el encargado de controlar
las sacas de las maderas en los montes propiedad de los señores de Moya. La
madera era un producto regulado y pagaba impuestos. Además era muy necesario
para la construcción y como producto que vendían a otros lugares. Otro
documento nos habla de la heredad de
Ciriyuelos de Salvacañete, en la actualidad rento abandonado. Se menciona esta
heredad como consecuencia de un pleito
entre Moya y Albarracín. Tiene fecha de
25 de junio de 1459. Dicho documento está fechado en Salvacañete por el escribano de Moya, Benito
Rodríguez, que dice así: “ En el año 1459, dos cartas de renta, la
primera de la heredad de Collados Albos, sita en la Sierra de Moya a favor de
D. Lope de Alarcón, que surca la heredad de Ciriyuelas, Zafrilla, Texadillos y
Salvacañete y con Salinas de la Fuente del Manzano, con todas sus
pertenencias y otorgada por Bernardo Marín. Vecino y natural de Moya, a
favor del ya citado, por el precio de 6.000 maravedís anuales a la Santa Iglesia
de Cuenca.”
En el siglo XV se crea la Villa
de las Veguillas, Veguillas de las Truchas
o Torrefuerte de las Veguillas y en la actualidad TORREFUERTE. Su fundación se debió a un
tal Lope
de Alarcón Carrillo, que ayudó al Marqués de Villena. La historia de
esta fortaleza está ligada a la historia del SEÑORIO DE VALVERDE (CUENCA). Era una antigua dehesa ganadera que aprovechaba su situación estratégica para
obtener beneficios del paso de ganados trashumantes hacia otros lugares. Los
señores que vivían en Torrefuerte tenían en
esta fortaleza su archivo y eran dueños tambien de las dehesas de la
Fuente del Berro, Hontecillas y Valverde. Tuvo carácter de villa independiente
hasta el siglo XIX. Muchos documentos nos hablan de esta fortaleza y de sus dueños. En algunos de esos documentos
se hace mención al intento del Señor de las Veguillas D. Diego de Alarcón de
tomar Moya. Esto ocurrió a finales del siglo XV.
En una copia de un
documento fechado en agosto de
1473 sobre la” Toma de posesión de la villa de
Moya en nombre de la princesa Isabel” , en los folios 589r, 589v y 590r se hace referencia a al
Señor de Valverde y por tanto de
las Veguillas en estos términos:
“….E después Diego de Alarcón
con otros Capitanes del Señor Marques de Villena quisieron furtar esta Villa,
lo qual non pudieron, trayendo escalas, e pertrechos para ello, en los
quales venian fasta ciento, e veinte de
a caballo., e artos Peones, e non pudieron complir su voluntad, e prendieron
artos omes, e robaron lo que pudieron, e se lo llebaron; los hombres estuvieron
presos en Valberde lugar del dicho
Diego de Alarcón, e nunca los quesieron dar, si non por rescate, como si fueran moros, e non contentos de esto
el dicho Diego de Alarcón a ( en
blanco) de algunos vecinos de esta villa, que andaban fuera de ella, vino a sentar a una fortaleza suya, que se
llama las Veguillas con gente de Caballo, e de pie, quiso usarpar la
Juredicion de esta Villa, puso forca, e non contento de esto robaba a todos los
lugares comarcanos, e prendio artos homes,
poniéndolos en grandes prisiones, como si fueran moros; e aun lugar
echaba pecho de Paja, e trigo, e Cebada,
e a otro lugar Camas de Ropa, e tocinos,
e ganados, e provisiones, en tal
manera, que aunque fuera e Señor no lo ficiera: e de esto non contento: una
mañana vino cerca de esta Villa, con toda la gente, que pudo, e robo todos los ganados mayores, e menores , e yeguas, que falló, e
prendió artos hombres , e fiso otras feas cosas , que por vilipendio no son de
contar, Elos de esta Villa, veiendo la grande desonor, e por rendirse buen
debdo, dejando buen aguarda en esta Villa, salieron a ellos, e buenamente les requisieron, que
les placiese de les dejar la cabalgada,
e non lo quiseron faser; sobre lo qual obrieron de trabar pelea, e por gracia
de Dios nuestro Señor fue desbaratado e muerto Diego de Alarcón, e otros muchos
que con él venían, así vecinos de esta Villa como de otras partes, eles fue quitada la Cabalgada. Lo qual todo
mucha veces esta Villa suplico al Rey
nuestro Señor, e nunca su Alteza, mando remediar cosa alguna, e después su Alteza elos Señores
Maestre esu fijo el Marques de Villena
escrivieron a esta Villa sus
cartas de creencia …………………, nos dio por creencia del Rey nuestro Señor que el Rey nos avia dado a esta villa, e su tierra al Mayordomo Andrés de Cabrera , e que
si a los Señores Maestre, e Marques
no encomendábamos que non podíamos bien librar que otro ninguno
en Castilla, non nos podría reparar. E esta Villa recelando, que non fuese cabsa de ser arredrada de la Corona Real de Castilla.
Antiguo castillo de Torrefuerte años 1960.Castor Barrera Marín.Gracias
Salvacañete perteneció
al Marquesado de Moya desde su creación a finales del siglo XV, año 1489, hasta
la segunda mitad del siglo XIX. Anteriormente estuvo bajo la
jurisdicción de los señores de Moya, desde la época del Señorío moyano. Sobre
las relaciones de Salvacañete con la villa de Moya, con su corregidor y con
los marqueses nos hablan muchos
documentos.
Además de la obligación
de pagar impuestos que tenían los
habitantes de todas y cada una de las aldeas
y lugares que formaban parte del Marquesado de Moya, hasta 39 en alguna
época, y de los privilegios concedidos a Moya y su Tierra por diferentes
reyes a lo largo de la Edad Media
existía una organización administrativa y eclesiástica que los relacionaba a todos los lugares con la
Villa de Moya. Los impuestos que pagaban
los lugares del Marquesado de Moya a los Señores marqueses eran
excesivos y creo, coincidiendo con la opinión de otros investigadores de la
historia de las Tierras de Moya, que lo que unió a todos los habitantes de este
antiguo Marquesado fue su rechazo a los excesivos impuestos que debían pagar
para mantener la organización administrativa y religiosa del Marquesado y el
patrimonio personal de los marqueses. Eran tierras muy pobres y no daban
sus riquezas para pagar tanto impuesto. En el caso de Salvacañete el
Catastro del Marqués de Ensenada, realizado en 1752, nos habla de estos
impuestos que recibían los señores marqueses directamente, el Corregidor de
Moya, los Caballeros de Sierra, el Justicia Mayor, las numerosas ordenes religiosas establecidas en
Moya o el Cabildo de Curas y beneficiados de la villa.
BENEFICIARIO
|
CONCEPTO DE LA RENTA
|
IMPORTE
|
Medidor
de trigo y apaleadores de la casa del Pósito.
|
Medir
el trigo de las rentas y del pósito municipal.
|
65
reales y medio
|
Encargado
de las cuentas del Pósito municipal.
|
Llevar las cuentas de dicho pósito.
|
195
reales
|
Mayordomo
de los Señores Marqueses
|
Por
su trabajo. Controlaba el pago de las rentas anuales a los marqueses.
|
104
reales.
|
Escribano
de testimonios.
|
Por
los testimonios que se dan para
conseguir licencia de dar trigo del
pósito.
|
26
reales.
|
Regidores
y jurados
|
Asistencia
a cuentas.
Papel
sellado y blanco.
|
22
reales y 25 maravedís
13
reales.
|
Subdelegado
de Pósitos
|
Mantener
el Pósito.
|
104
reales.
|
Santos
Lugares de Jerusalén.
|
Privilegio
real.
|
29
reales y 14 maravedís.
|
Corregidor
de Moya.
|
Por
el cargo.
|
88
reales y 8 maravedís.
|
Escribano
del Corregidor de Moya.
|
Dar
fe de las órdenes del Corregidor.
|
33
reales.
|
Secretario
del Concejo de Salvacañete.
|
Dar
fe de los acuerdos.
|
287
reales.
|
Regidores
del Concejo.
|
Por
su trabajo.
|
88
reales.
|
Mayordomo
de propios.
|
Por
su trabajo.
|
66
reales.
|
Caballeros
de Sierra.
|
Privilegios.
|
32
reales.
|
Penas
de Cámara.
|
16
reales
|
|
A
Cuenca y Moya.
|
Por
veredas.
|
198
reales.
|
Juez
de la Audiencia de Mesta que viene al tercer año.
|
Administrar
justicia.
|
100
reales.
|
Iglesia de la Torre de las Veguillas, de San Quirico , de la Inmaculada o del Masegar (Salvacañete) .Levantada en la segunda mitad del siglo XVIII. Se inauguró en 1767.
LAS RENTAS DEL MARQUES DE MOYA
El Marqués poseía el
derecho a recibir rentas por los siguientes motivos:
1.
Por las
leñas que se cortaban en el marquesado,
en los terrenos improductivos y en los montes de pinos o carrascas. En
Salvacañete 13200 reales que los producen 4020 almudes de tierras improductivas
en el siglo XVIII. Estas cortas producían pleitos frecuentes con el marqués.
Nuestro paisano D, JAIME DE CASTILBLANQUE, inventor de la fabricación del acero
en la provincia d Cuenca en su Herrería La Nueva debió de dejar de fabricarlo
por problemas con el Marqués de Moya por el acopio de leñas para su
herrería. Años más tarde, a principios
del siglo XIX, el propietario de la herrería del Martinete, D. MANUEL LAPESA
tuvo también problemas con las leñas en la zona de las dehesas de La Hoz y el
Palancar donde le acusaban el marques de Moya, los vecinos de Salvacañete y los vecinos de Alcalá de la Vega de haber
cortado más arboles de los permitidos.
2.
Por
pastar en dehesas propiedad el Marqués. A veces había pleitos entre los
marqueses y los ganaderos de los lugares
que no pertenecían al marquesado. Tomemos por ejemplo el ocurrido en la Torre de las Veguillas (TORREFUERTE) en
el siglo XVIII cuando dos yeguas y algunas mulas del vecino lugar del Collado
de la Grulla (8) se metieron en terrenos
de la Torre de las Veguillas,
dando lugar a un enfrentamiento entre los señores de Moya y Albaracín. Muchas
veces, a lo largo de los siglos,
hicieron deslindes Moya y Albarracín en esta zona por el aprovechamiento
de pastos y de maderas. (9).
3. Por el paso de las maderas por el
marquesado. El derecho de travesía según privilegios y regalías era de 75
reales cada año. En el caso de Salvacañete, las maderas que bajaban por el
Cabriel procedentes de la comunidad de
Montes de Albarracín, debían pagar ese derecho. Si no se pagaba ese impuesto se
retenían las maderas hasta que se
pagaba, como ocurrió el 23 de noviembre de 1770, a instancias del Mayordomo de
rentas, cuando se retuvo una madera conducida por el Turia, en los
confines del Marquesado por Santa Cruz
de Moya. La madera era de una compañía de Valencia y procedía de Javaloyas y el
Cuervo. La extracción de la madera
estaba controlada por los reyes. El 18 de enero de 1597 Felipe II firmó en la villa de Madrid las Ordenanzas
para la conservación de los montes. Estas ordenanzas comprenden 23
artículos muy completos que describen
todas las situaciones posibles. Para el caso de Moya y su Marquesado comenzaban
así: ”Primeramente
ordenamos que ninguna persona de la
Villa, su Marquesado, ni otras cuales, quedasen osadas a cortar pinos de
madera negral ni rodenos en
ningunos términos ricos ni baldíos de
este Marquesado, sopena de seiscientos maravedís de cada pino de madera, y si
fuese pimpollo de leña de madera negral o rodeno, tenga de pena doscientos
maravedís cada uno, y esa misma pena tenga el que quemase, cortase o barrenase
en cualquier forma que hiciese por donde el pino o
pimpollos se vengan a secar.” Del
importe de las penas aplicadas, recibía la tercera parte el celador de sierra Un tercera parte se
entregaba al Marqués y el resto, es
decir otra tercera parte, correspondía al juzgado que le daba cumplimiento.
Estas ordenanzas tuvieron validez
hasta el 12 de diciembre de 1748 fecha en la que el rey
D. Fernando VI aprobó la Real Ordenanza
general de montes y plantíos, ordenanzas en las que
se incrementan las multas que son de 100
maravedís para los árboles; 18 reales en
la carrasca y 6 reales por cada pimpollo.
4.
Por las
mercaderías que se vendían en cada
pueblo procedentes de otros lugares. También
se cobraban impuestos o podía ser
arrendadas previo pago de la cantidad convenida. Así en un escrito de 1725 se
requiere a la villa de Cardenete, de este Estado, en su Administrador D. Tomás
Bueno Cabezón, señalando calles para la entrada
de las mercaderías que se
llevasen a vender, con pena de pago de
sus bienes lo que importasen los
fraudes. Y el licenciado D. José Maestre Bermúdez, Abogado de los Reales
Consejos, Corregidor y Justicia Mayor de la Villa de Moya, comunica el anterior
ordenamiento a los pueblos que comprende el Marquesado, imponiendo la pena de
dos ducados a los que no la
cumpliesen. En otro escrito de 1770
se menciona como de cada villa del Marquesado acudían representantes, previa convocatoria del Señor
Marqués, para satisfacer los impuestos sobre mercaderías. El pago de las rentas
se hacía con cereales adquiridos por los
mismos ayuntamientos para atender el servicio de “ pósito”, y otras eran
llevadas a Moya. El mencionado escrito dice así: “ Según su costumbre se reúne el ayuntamiento de Cardenete
congregado a son de campana
repicada y decimos que por cuanto han
sido requeridos por el Juzgado de la Villa de Moya, a instancias del Administrador del Excmo. Sr. Marqués, para
acudir a tomar a copio de sus alcabalas, otorgan poder a D. Antonio Pérez
Zafrilla. De Villar del Humo, otorgan poder
al mismo D. Antonio Pérez Zafrilla. Los de Salvacañete encargan a D.
Gregorio Sáiz. El Ayuntamiento de Huerta
a D. Antonio Sausor. Y de forma parecida figuran todos los pueblos….”
El 13 de mayo de 1707, procedente de Huerta del Marquesado, Francisco García,
transportaba hasta la casa palacio que disponía en la villa las siguientes
cantidades de grano: 782 almudes, 3
celemines y 1 cuartillo de trigo, 83
almudes de cebada, 61 almudes’ 4 celemines
y 3 cuartillos de centeno, 4 almudes, 1 celemín y 1 cuartillo de panizo
y 49 almudes, 1 celemín y 1 cuartillo de avena. Por el transporte
cobraría del Mayordomo de rentas la
cantidad de 690 reales. En el Arrabal existía una casa propiedad del Marqués,
conocida como de la Escribanía, donde se
contabilizaban las operaciones autorizadas por el Mayordomo.
5.
Por el
derecho de Martiniega: Se pagaba el día de San Martín, de ahí su nombre.
Era un impuesto medieval, renta o tributo territorial propio de León y Castilla. Lo pagaba cada
vecino villano por el disfrute de la
tierra y en reconocimiento del dominio ajeno sobre el predio que poseía Este
impuesto en Salvacañete el año 1752 era de 50 reales y 20 maravedís.
6.
Por el
paso de los ganados por las tierras del Marquesado. Todos los ganados que
procedían de otros lugares de la Sierra de Albarracín y de tierras confines
a él y pasaban por las veredas del
Marquesado debían pagar impuestos. Este impuesto se pagaba por cabeza de
ganado. Existía además el servicio de montazgo, un impuesto real sobre
ganadería trashumante. Los caballeros de Moya tenían derecho a dos cabezas de
ganado sobre los rebaños que entrasen de
fuera y 2000 maravedís sobre el mencionado
servicio de montazgo, según privilegio concedido por el rey Pedro I en
1351.
Aldea de Hoya del Peral (Salvacañete) Una aldea ganadera.
Rebaño de José María Villanueva en la Fuente del Pino , junto al Prado de la Madera y Los Cortijos. Foto Alfredo Montero Martínez.Gracias
OTRAS PERSONAS QUE RECIBÍAN RENTAS DE SALVACAÑETE
Las
respuestas 24ª, 25ª , 26ª, 27ª y 28ª dan
cumplida información de los impuestos que Salvacañete pagaba
anualmente a otras personas e
instituciones distintas del Marqués de Moya
y que eran las siguientes:
1.
A la Real
Corona del Señorío. 1000 reales al
año en concepto de alcabalas (12).
Por tercias (13)suponen por
quinquenio según los precios 211 reales y 18 maravedís, 16 corderos y 3
guarros.
2.
A D JUAN
LLOPIS, vecino de Valencia.420 reales cargados sobre el caudal del pósito
municipal por un censo(14) con el que estaba grabado Salvacañete
3.
Al Convento de las Religiosas
Franciscanas de la Villa de Moya.
Censo por el que se le pagan anualmente un rédito de 12 reales y 28 maravedís.
4.
Al
primitivo Conde. Empréstito de 72 fanegas, 10 celemines y 2 cuartillos por
quinquenio. No se pagaban arbitrios (
impuestos) municipales. Este antiguo conde de Salvacañete era el Conde
de la Concepción, dueño en
nuestro pueblo de varios rentos, entre ellos el de Tórmeda.
5.
Sobre los diezmos. Se satisfacen al Señor ANTONIO FERNÁNDEZ AZCAYA, que es Inquisidor en Mallorca, al Sr. Cura de la Parroquia D. Miguel Cabrejas y a la Santa
Iglesia de Cuenca.
6.
Por
derechos de diezmos y primicias. Se viene satisfaciendo unos 250 almudes de
trigo, 240 de cebada, 260 de centeno, 34 de avena, 2 arrobas de cáñamo, 3 almudes
de cañamones, 90 corderos y 30 arrobas de lana. Se quejan nuestros paisanos que
pagaban demasiado habida cuenta de la categoría de las tierras, mas bien
pobres.
7.
Salvacañete
contribuía en 1752 con los siguientes impuestos: 1000 reales la Sr. Marqués
de Moya en concepto de alcabalas, las Tercias Reales 711 reales y 18 maravedís y medio por quinquenio repartidos de esta
manera: 547 reales y 12 maravedís = 84 almudes, 1 celemín y 1 cuartillo de
trigo, 11 reales y 28 maravedís = 16
almudes y 5 celemines y 2
cuartillos de cebada; 11 reales y 5
maravedís = 2 almudes, 3 celemines y 3
cuartillos de centeno; 134 reales por
16 corderos y 3 guarros; y 13
reales y 21 maravedís de rebujos de ellos. Por
derecho de Martiniega 50
reales y 20 maravedís por quinquenio; por el derecho de Borras (15), cada año 220 reales. El Marques no cobraba
por las escribanías, numeraria y de
ayuntamiento, por haber cedido los derechos al
vecino Gregorio Ruiz Gómez, que
era el secretario del concejo de Salvacañete. Y a Su Majestad en
concepto de millones, impuestos y servicio ordinario y extraordinario 1456
reales y 5 maravedís.
En cada aldea había un Concejo, el ayuntamiento, que
gobernaba ese lugar. Lo formaban los regidores, los jurados, el síndico y el
escribano del Concejo que levantaba actas de los acuerdos. Además existía un
escribano de testimonios que daba fe de la cantidad de trigo que se sacaba del
pósito municipal, solía ser el mismo secretario o escribano del ayuntamiento y
el subdelegado del pósito que era el encargado de mantenerlo. Cuando había
asuntos de difícil solución y debía ir a lugar el Sr. Corregidor de Moya debía
esa aldea correr con los gastos del escribano y los que llevase consigo el
proceso como pasó en Salvacañete en el siglo XIX cuando hubo que realizar el
deslinde con Alcalá de la Vega. Ambos ayuntamientos debieron pagar los gastos ocasionados tras la
concordia firmada entre ambos.
Numerosos documentos nos
informan sobre estos cargos que había en cada aldea moyana y las reuniones que periódicamente hacían en la
Villa de Moya con el Sr. Corregidor y a las que asistía una persona de cada
lugar, según el tema que se tratase. Si era de ganadería iba un ganadero, si
era municipal el regidor o regidores, si
era eclesiástico el cura responsable de
la parroquia, cuando era para aplicar justicia las personas encausadas,
si era para redimir un censo los deudores, etc. Había un ir y venir de gentes de cada una de las aldeas moyanas,
Salvacañete entre ellas a la villa de Moya. Citaré solo como ejemplo algunos
documentos ilustrativos de estas relaciones con la villa.
De 25 de junio de 1459 existe un documento fechado en Salvacañete por el escribano de Moya, Benito Rodríguez
(21), y que dice así: “ En el año 1459,dos cartas de renta, la
primera de la heredad de Collados Albos, sita en la Sierra de Moya, a favor de
D. Lope de Alarcón, que surca la heredad de Ciriyuelas, Zafrilla, Texadillos y
Salvacañete y con Salinas de la Fuente del Manzano, con todas sus pertenencias y otorgadas por Bernardo Marín. Vecino y
natural de Moya, a favor del ya citado, por el precio de 6.000 maravedís
anuales a la Santa Iglesia de Cuenca.” La heredad de Ciriyuelas o
Ciriyuelos está en Salvacañete. Era una antigua dehesa ganadera, después rento,
hoy ya abandonado y dedicado a pastos.
En otro documento más reciente, la introducción del Catastro del Marqués de Ensenada, respuestas
de Salvacañete se dice:
”
En el lugar de Salbacañete jurisdizzión de la
Villa de Moya comprendido en el partido de la ciudad de Cuenca a cinco días
del mes de agosto de mil setezientos y cinquienta y dos; el Señor Don Juan
Antonio de Marco Juez subdelegado en las prebias diligenzias del Real establezimiento de Única
Contribución por el Señor Intendente General de dicha ciudad y su Provinzia. Después de aber pasado a la
casa de D Joseph Moreno Cabrejas
Cura propio de la Parroquial de dicho lugar y manifestando con la mayor
cortesanía y atenzión concurriesen este día a la posada de su anexa para con su asistenzia personal dar prinzipio a esta diligenzias que
se le avían encomendado prebieniendo ygualmente
a los Regidores y demás personas
que componen el Ayuntamiento de este
lugar lo ejecutasen. Conduziendo consigo a los dos sujetos que tiene
nombrados como de mayor opinión e
ynteligencia tanto en las cabidades y
cantidades de las tierras que se registran y existen en el término de
este Lugar y diferentes Rentos de la jurisdizión y labranzas de los frutos que producen, como del número de personas de que compone su
vezindario, artes, comerzios, granjerías
y utilidades de cada uno de
dichos individuos para que igualmente
con los que su majestad tiene nombrados
declaren todos juntos quanto os
sea preguntado, de lo que yo el ynfrascripto escribano de su majestad en todos sus Reinos y Señoríos del Municipio
de otra ciudad y su tierra y de esta
Comisión doy fe teniendo presente a Antonio
Valero y Basilio Espejo, Regidores, Manuel Provenzio y Juan Carrasco Jurados ,
Gregorio Ruiz Gómez vecino del municipio
y ayuntamiento que eran las
personas que lo componen, Joseph Marin Marco y Juan Martínez Ortiz expertos
nombrados por su Majestad, Pedro Marín y
Julián Muñoz electos por su ayuntamiento prácticos e ynteligentes en el conozimiento del término y jurisdizión
de este Lugar como vezinos todos de él; de quien es dicho Señor Juez
aprevenziados del prezisado Don
Joseph Moreno Cabrejas Cura párroco y de mí el presente
confirmo que de ello ygualmente doy fe. Recibo juramento de todos los
sobredichos y de cada uno de estos ynsolidum y ejecutándolo conforme a derecho
por Dios nuestro Señor y a una Señal de Cruz según ese Marqués se prometieron
dezir verdad en lo que siguiese y
alcanzaren quanto fuesen preguntados y
siéndolo por el tenor del Intendente
rogatorio impreso de la letra a cada una de la quarenta preguntas que comprende
se conbinieron y uniformemente respondieron a lo siguiente”
He
destacado subrayados los cargos
municipales, el cura párroco, el
juramento que hicieron y la dependencia de Salvacañete como lugar de la villa
de Moya, aspectos estos que nos permiten
conocer mejor la organización administrativa de las aldeas moyanas.
Y
como último ejemplo de esta organización administrativa presento otro
documento sobre la “Concordia entre Alcalá de la
Vega Salvacañete sobre las dehesas de la Hoz y el Palancar”.
En este documento figuran las
autoridades de ambos pueblos que
asistieron a la concordia y los límites
de ambos términos. Por nuestro pueblo asistió el cura D. Felipe Collado y Recuenco. Como regentes D.Juan Asensio y D.
Pedro García, juramentados: D. Manuel Jiménez y D. Manuel Sáiz; diputados del común, Atanasio
Ruiz Valero, que actuaba como síndico y Juan
Antonio Castelblanque ( síndico personero desde 1804), abogados D. Rafael Merino
Gallo como abogado de los Reales Consejos y como abogado al ayuntamiento de
Salvacañete y D Pantaleón Castelblanque
otro abogado que representaba a Salvacañete
Por Alcalá
de la Vega lo hicieron: su cura
propio D Juan Antonio Monsalve,
el cura beneficiado D. Pablo de Mariana y Ortega; por el ayuntamiento
los regentes D. Andrés Argudo Pérez y D. José Sánchez Reyes, los diputados D. Marcelino Argudo y D. Andrés Moreno y su síndico
personero D. Ignacio Montero Zafrilla.
En
representación del Excmo. Sr. Marques de
Moya y Conde de Miranda, su apoderado general D. Juan
Pablo Juanero.
Por
el SR. Conde de la Concepción
su apoderado D. José Antonio Peinado
Jiménez y el licenciado D. Juan
Antonio Alonso del Prado.
En esta concordia fue necesaria la presencia
del Sr. Corregidor de Moya para poner de acuerdo a ambos lugares y el acta de la misma lo expresa en estos
términos:
“Tuvo
que venir el Señor Corregidor de Moya a Salvacañete para dirimir el pleito
entre dos ayuntamientos vecinos y entre dos pueblos citándose a las partes
implicadas Vecinos de Salvacañete, representantes de su ayuntamiento, del Excmo. Sr. Marqués de Moya del Sr. Conde de
la Concepción, de D. Joaquín Pacheco y del Ayuntamiento de Alcalá de la Vega.
Durante varios días recorrieron el
terreno objeto de litigio y marcaron un nuevo apeo o deslinde entre términos.
Se reunieron en la Sala de la Casa (
Casa del Ayuntamiento) donde estaba prevista la audiencia del Corregidor en el
lugar de Salvacañete el 29 de octubre de 1809. Estaban presentes el Ayuntamiento
de Salvacañete, y su abogado D. Rafael Merino Gallo, el de Alcalá de la
Vega El Señor Corregidor de Moya les
pidió que hablase cada pueblo, Salvacañete como parte actuante y después Alcalá como parte
demandada. y que cada uno hiciese su defensa aportando argumentos. Además el
Sr. Corregidor insistió en que se
guardase la más rigurosa ceremonia que no se interrumpiese y dejasen hablar
al otro con total libertad.”
En el aspecto religioso
la parroquia de Salvacañete dependía en la edad Media y en los siglos XVI al
XIX del Arcedianato de Moya y del
Obispado de Cuenca . El cura párroco de
Salvacañete, además de cobrar por su trabajo, recogía los diezmos y otros
impuestos que debían satisfacerse a la
Iglesia de Moya. Cuando a finales del
siglo XVIII se crea una nueva parroquia en Salvacañete para atender a más de
cuatrocientos feligreses de aldeas y caseríos situados más al oeste y Norte del
término, la de Las Veguillas o de La Torre de las Veguillas conocida
popularmente como del Masegar o de San Quirico. Dependerá directamente de la
Parroquia de Santa María de Moya de la que será filial como Diezmo de Sierra
Son curiosos los impuestos que había que satisfacer a las parroquias y a las ordenes religiosas por privilegios
concedidos en la Edad Media por los reyes castellanos. En Salvacañete se
pagaban los siguientes impuestos a la iglesia en el siglo XVIII, impuestos que
ya provenían de siglos anteriores.
Iglesia de Salvacañete. M.López Marín
A los Santos lugares de Jerusalén, por privilegios reales concedidos, se les pagaban 29 reales y 4 maravedís. Por un censo las Religiosas Franciscanas de la Villa de Moya recibían 12 reales y 28 maravedís. La Santa Iglesia Catedral de Cuenca recibía también diezmos al igual que los Curas y beneficiados de las iglesias de Moya.
En el siglo XVIII se instaló
en nuestro pueblo la primera fábrica
de acero de la provincia de Cuenca,
fundada por nuestro paisano D. JAIME DE CASTILBLANQUE en 1750, en el lugar del Martinete. Se asocio para su instalación
con el caballero de la orden de Santiago de Francisco de Mendinueta. Tuvo que
dejar de funcionar por problemas de acopio de leñas y por al intransigencia de los Marqueses de
Moya a que se cortase leña en montes de su propiedad. Además de la Herrería del
Martinete había otra llamada Herrería la Nueva propiedad el caballero de Moya
D. Juan Peinado de Araque. La tenía arrendada al salvacañetero D. Juan de Castilblanque. Ambas
herrerías pagaban cuantiosos impuestos a los señores marqueses de Moya por el
acopio de leñas en los montes de su
propiedad En 1787 se edificó el edificio
del ayuntamiento y también por estas fechas se levantó la iglesia de la Torre de las Veguillas como parroquia independiente
para atender a los feligreses de las aldeas y rentos de alrededor, actualmente
conocida como iglesia del Masegar o de San Quirico. Pertenecía a la parroquia de Santa María de Moya como
Diezmo de Sierra.
Iglesia de la Torre de las Veguillas o del Masegar
Los
deslindes de Moya con Albarracin, con Ademuz y Castielfabib, lugares con los
que linda Salvacañete han aportado mucha documentación de las relaciones
económicas y de otro tipo que se establecieron entre
ellos. Con Albarracín. El Archivo de su Comunidad de Montes está lleno de
referencias a estos deslindes de Albarracín con Castilla con datos muy precisos de linderos de términos y
referencias muy concretas a personas y
hechos históricos, incluso a visitas del Marqués de Moya a Albarracín. Los
pleitos entre ambas comunidades arrancan desde antiguo y uno de los que me han
llamado la atención es el de la Muela Gayubosa que se extiende durante varios siglos. Es conocida
como Concordia entre Albarracín y Moya sobre los pastos de la Muela Gayubosa. Data de 1538 aunque con
referencias al siglo anterior. Los deslindes entre Aragón, Valencia y Castilla
aportarán también mucha documentación de la zona de Salvacañete y de otros
lugares del Marquesado. Como hecho curioso destacar que la aldea de Arroyo
Cerezo, en la actualidad en el Rincón de Ademuz
fue castellana hasta 1270 fecha de su incorporación al reino de
Valencia. Una aldea salvacañetera muy
cercana a Arroyo Cerezo, la Hoya del Peral, tuvo una ermita dedicada a la misma Santa que Arroyo Cerezo, Santa Gualdesca. Además ambas comparten un paraje
que las divide La Muela, antigua dehesa ganadera en la Edad Media. En esta
zona está también la famosa Cruz de los
Tres Reinos donde se unen los antiguos reinos de Castilla, Aragón y
Valencia hoy comunidades autónomas de Castilla la Mancha, Aragón y
Comunidad Valenciana y donde según la leyenda popular se reunieron
los tres reyes de estos reinos y cada
uno estaba en su propio reino. Eran épocas de concordias y pactos para
delimitar la línea fronteriza entre estos reinos y dar por terminadas las hostilidades.
Posiblemente en esta Cruz de los Tres Reinos comenzó la unidad de España en
1412, fecha probable de este encuentro entre los monarcas de los tres reinos.
Cruz de los Tres Reinos entre Salvacañete,Castielfabib y Veguillas de Sierra.Lugar de pactos y concordias en la edad media. M. Lopez Marín.
La guerra de la independencia, en la que marcaron
páginas gloriosas los guerreros moyanos, también tendrá su reflejo en la
historia de Salvacañete. En el lugar de Tórmeda, según citan algunos documentos del archivo de Vincennes se
atacaba a los convoyes franceses. Al ser un lugar montañoso permitió acciones de
guerrilla.
Montes próximos al rento de Tórmeda en Salvacañete. M. Lopez Marín
Mapa del antiguo Marquesado de Moya finales del siglo XVIII .Realizado por D.Rafael Merino Gallo.Manuscrito 7298 BN.Diccionario de Tomas Lopez
En las guerras carlistas Salvacañete también tuvo un papel importante. Desde la presencia en al población del pretendiente al trono de España D. Carlos de Borbón, que pernoctó en nuestra localidad un 5 de septiembre de 1837 hasta el episodio del rescate de los prisioneros hechos en la toma de Cuenca en julio de 1874, prisioneros que eran conducidos por las tropas carlistas que se habían hecho fuertes en Salvacañete al mando de D. Alfonso y del Barón de Benicarló. La victoria se obtuvo gracias a la intervención del Brigadier López Pinto de las tropas isabelinas. Cuenta el citado brigadier en su relato de este hecho que en Salvacañete les proporcionaron un pan para cada tres soldados. Por Salvacañete pasó varias veces el general carlista Santés en dirección a Chelva y aquí se entrevistó con otro militar carlista, Marco Bello. Eran tiempos finales de guerras carlistas, año 1873, y Salvacañete era ya villa independiente de Moya. La situación estratégica de Salvacañete entre tres reinos le permito, al igual que a Moya, ser lugar de paso de las tropas carlistas hacia sus zonas fortificadas de Cañete, Chelva o Castielfabib y hacia el Maestrazgo.
En las guerras carlistas Salvacañete también tuvo un papel importante. Desde la presencia en al población del pretendiente al trono de España D. Carlos de Borbón, que pernoctó en nuestra localidad un 5 de septiembre de 1837 hasta el episodio del rescate de los prisioneros hechos en la toma de Cuenca en julio de 1874, prisioneros que eran conducidos por las tropas carlistas que se habían hecho fuertes en Salvacañete al mando de D. Alfonso y del Barón de Benicarló. La victoria se obtuvo gracias a la intervención del Brigadier López Pinto de las tropas isabelinas. Cuenta el citado brigadier en su relato de este hecho que en Salvacañete les proporcionaron un pan para cada tres soldados. Por Salvacañete pasó varias veces el general carlista Santés en dirección a Chelva y aquí se entrevistó con otro militar carlista, Marco Bello. Eran tiempos finales de guerras carlistas, año 1873, y Salvacañete era ya villa independiente de Moya. La situación estratégica de Salvacañete entre tres reinos le permito, al igual que a Moya, ser lugar de paso de las tropas carlistas hacia sus zonas fortificadas de Cañete, Chelva o Castielfabib y hacia el Maestrazgo.
En el siglo XIX Salvacañete adquiere el título
de villa, separándose como aldea de Moya. El primer sello del ayuntamiento de esta Villa que se conserva es de 1848
Tambien en el XIX Torrefuerte
de las Veguillas pierde el título de villa aunque seguirá perteneciendo a
los Marqueses de Monteverde hasta su posterior adquisición por Dª Manuela Varela de
la Cerda y en 1927 por los renteros, la familia de Silvestre Villanueva y otros. A principios del
siglo XX iniciará en Salvacañete su
recorrido por Moya el famoso escritor D.
Pío Baroja alojándose en una de nuestras posadas.
Hasta aquí unas breves
reseñas históricas de Salvacañete como aldea moyana. Espero con ellas
contribuir a un mejor conocimiento de la historia de las Tierras de Moya unidas
en una empresa común durante más
de cuatrocientos años
Mariano López Marín
Utiel, 14 de
julio de 2003
BIBLIOGRAFÍA:
LOPEZ MARÍN,MARIANO.-"Salvacañete: su historia y sus gentes" Edic Excmo Ayto de Salvacañete. Gráficas Llogodí, Utiel, 2004I
Actualizado el 31 de diciembre de 2014.
Vista de Salvacañete desde la ermita de Valdeoña. M.Lopez Marín
(C) MARIANO LOPEZ MARÍN