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CURIOSIDADES DE LA HISTORIA DE SALVACAÑETE COMO ALDEA DE MOYA

  Este trabajo que  os doy ahora a conocer  fue una  conferencia  que realicé  en la Iglesia de Santa María de Moya el 11 de agosto de 2003...

martes, 20 de mayo de 2025

CRÓNICA DE LA PRESENTACION EN MOYA DEL LIBRO"EL PRIMER DÍA DE MI REVIVIDA VIDA" DE LA PROFESORA Y ESCRITORA ADELA RUIZ SANCHO

Mariano López Marín.Cronista Oficial de Salvacañete y de Moya (Cuenca)

El sábado 17 de mayo, a las 13:30 horas tuvo lugar en la iglesia del Convento de las Concepcionistas de Moya, actual auditorio de Moya,  la presentación del libro de la profesora y escritora Adela Ruiz Sancho  con orígenes maternos en Landete. Era un día especial, se celebraba San Isidro y por la tarde estaba la novena del Cristo de la Caida  y la firma del DECRETO DE CELEBRACIÓN DEL SEPTENARIO  DE MOYA 2025, acto que tambien se hizo en  dicho auditorio.Había muchísima gente en la villa de Moya asistiendo a la celebración religiosa, a la procesión de San Isidro por las calles de la villa, al reparto de la CARIDAD  de este día consistente en pan y vino, conviviendo entre ellos y al final los que quisieron asistieron a la presentación del libro de Adela,varios de ellos de Moya y su entorno.

Llegaron a Moya muchos amigos y amigas de Adela, de Jativa , de Valencia, de L´ Alcudia y de otros lugares  alguno de ellos compañeros de profesión.Incluso algunos se alojaron en la Casa Rural Albacara desde el viernes por la noche.
Adela Ruiz Sancho en el centro, Fernando Sánchez López alcalde de Moya a la izquierda y Mariano López Marín a la derecha.


En la presentación  de este libro intervinieron Fernando Sánchez Lopez ,alcalde de Moya , Mariano López Marín que presentó este libro , la propia autora Adela Ruiz Sancho y su hija Sara Sancho Ruiz que realizó una ambientación musical del acto al principio del mismo.
Sara Sancho Ruiz, hija de la autora, interpretando  una pieza musical como comienzo del acto

Primeramente Sara Sancho Ruiz , hija  de la autora, interpretó una composición musical con la flauta travesera,
Vídeo de la interpretación musical de Sara Sancho Ruiz en la presentación del libro de su madre Adela Ruiz Sancho"El primer día de mi revivida vida "en la iglesia de las Concepcionistas de Moya el 17-5-2025


Fernando Sánchez López dío la bienvenida a este acto cultural a todos los asistentes, dando las gracias a la autora  por haber elegido la villa de Moya para presentar este libro inspirado en estas tierras y por su pasión por Moya  demostrada en muchas ocasiones y en las innumerables veces que ha estado en la villa de Moya, alguna de ellas con alumnos de su instituto, en Santo Domingo o en Landete poblaciones donde tiene varios amigos y amigas. Destacó la importancia de este acto cultural celebrado en un día muy especial para Moya con la firma del Decreto del Septenario.Invitó a todos los asistentes a vistar Moya en su Septenario y en cualquier otra época del año y  a la autora le animó a presentar un nuevo libro en Moya donde siempre es bien recibida.

A continuación intervino Mariano López  Marin como presentador de este libro y amigo de la autora.
Estas fueron sus palabras:

Buenos días y bienvenidos a la villa de Moya, a esta iglesia del convento de las Concepcionistas restaurada hace unos años  y cargada de historia de varios siglos  y que hoy se viste de fiesta para un acto cultural importante como es la presentación de un libro inspirado en estas tierras.

Es para mí un grandísimo honor presentar este libro”El primer día de mi revivida vida” de la profesora, escritora y amiga Adela Ruiz Sancho con la que tengo el placer de compartir nuestra profesión docente, ella es catedrática de lengua  y  literatura valenciana en un instituto de Valencia, y yo actualmente jubilado he sido maestro durante 39 años en Carrascosa del Campo, Cuenca, Mira y los últimos 29 en Utiel. A ambos nos  apasiona la  animación lectora  en los respectivos niveles que hemos impartido. Ella se trajo a la villa de Moya a un grupo de alumnos de secundaria  de su instituto de Valencia despues de la pandemia como premio por haberse leído un libro escrito por ella misma e inspirado en Moya “Les cinc monedes d’or” publicada por la editorial Tabarca y que he tenido el  placer de leer disfrutar del mismo. Fue una experiencia inolvidable que nos contó en la revista Moya  nº 61 de enero de 2025 en el artículo  ”El encanto de la eternidad de Moya” , que recomiendo leer y que demuestra  su pasión por Moya y la difusión que de ella hace  en alguno de sus libros. Esa pasión por Moya y por la animación a la lectura es un nexo común entre ambos. En mi caso he sido responsable de la Biblioteca y del Seminario y Taller de Animación a la lectura del Ceip Canónigo Muñoz durante más de veinte años, labor que me reconocieron  poniendo mi nombre a la biblioteca de dicho centro en  noviembre de 2016.Y compartimos también Adela y yo la pasión por escribir. Ella novelas de literatura infantil y juvenil, libros de texto y guías didácticas y propuestas de animación lectora y en mi caso libros y artículos  de investigación histórica y etnográfica de Salvacañete, de la villa de Moya  y de los pueblos que formaron el antiguo Marquesado  desde 1480 y el señorío moyano desde la Edad Media.

Hablar de Adela Ruiz Sancho, autora del libro que presentamos hoy, es hablar de sus múltiples facetas  La docencia es su actividad principal, como autentica  maestra vocacional, y en la que  lleva muchos años  tanto como catedrática de lengua y literatura valenciana como coautora de libros de texto y sus correspondientes guías didácticas y como presidenta de tribunales de oposiciones para docentes durante algunos años. Como escritora ha publicado desde 1993 numerosos libros  en valenciano así como propuestas didácticas para algún libro de literatura infantil y algunos en castellano como este que  presentamos hoy y otro del año 2022 “Las palabras del silencio gritarán un día de sol” que leí recientemente  y me encantó. Otra de sus grandes aficiones  es la música; toca la guitarra y compone y canta canciones interpretadas por ella lo que le ha llevado a colaborar con distintas sociedades musicales de diversas poblaciones.

Nos conocíamos de conversaciones telefónicas  y tuve la enorme satisfacción de conocerla personalmente cuando el pasado 22 de marzo de 2025 vino a  Utiel expresamente a obsequiarme con su libro  del que ya le había manifestado que le haría la presentación en Moya. Preparamos el acto para entregarle a la editorial el guión y  hablamos largo y tendido de amigos comunes  y de sus vivencias para escribir este libro. Compartimos mesa y mantel mi esposa y yo con ella en nuestra casa. Una visita muy  entrañable.

El libro comencé esa misma tarde a leerlo, cuando se marchó Adela. Me enganchó de tal forma que esa misma noche le comuniqué a su autora que ya me lo había leído. Es una grandísima narradora con un lenguaje sencillo.

Está dedicado a su hija, Sara Sancho, la alegría de sus días, y estructurado en ocho capítulos todos muy significativos: El olvido libera, escribir ayudará !manos de papel!, aires nuevos, nubes y claros, y las nubes se disipan, señales para tener en cuenta y claridad, luz ,aire .

Cuando vi el poema de Antonio Machado “Caminante no hay camino” puesto al principio de  este libro le comenté y enseñé a Adela ese  mismo poema que yo había puesto en mi libro “Salvacañete : su  historia  y sus gente” publicado en 2004 por el ayuntamiento de mi pueblo y  que le regalé. Coincidencias entre ambos que amamos la buena literatura

Está ambientado en Moya  y lugares de su entorno como Santo Domingo de Moya y Landete además de en Burjasot donde nació Adela y donde emigraron sus abuelos, su abuela materna era de Landete y sus bisabuelos maternos estuvieron de molineros en  uno de los tres molinos harineros de Landete, el Molino Nuevo situado entre Landete y Los Huertos  y hoy meras ruinas inundadas de maleza junto al río Ojos de Moya. Vivió su abuela en la calle Caudete, muy cerca de la plaza.

La protagonista de esta novela  es Aida, dedicada a su trabajo como docente, al que se dedica en cuerpo y alma además de a ser madre por decisión propia. En un momento determinado, cuando su hija ya es mayor, se ve en la tesitura  de quedarse a celebrar las fallas, tan especiales para ella y para su hija, pero a disgusto, en su estimada Valencia, o irse a pasar esos días  al pueblo de su abuela materna, en la Serranía Conquense, al que sólo había ido en dos ocasiones siendo niña. Al final opta por la segunda opción,

Durante el verano, vuelve otra vez a esta zona , y Adrián un amigo de Aida que había conocido anteriormente ,le presenta a un hombre  que le atrapa por completo; ella se enamora de él y está muy cerca de cambiar su vida totalmente.

Será el entorno de Aida el que se dé cuenta de las banderas rojas, que  se ciernen sobre ella, del peligro que representa para ella su relación con este personaje ; incluso el mismo Adrián se siente  culpable por habérselo presentado, pero ella no se da cuenta,

Con el paso del tiempo, es la propia Aida la que, finalmente, vea la toxicidad, con toda su negatividad, que le ofrecía Romel, quien aparentemente parecía un cordero, y era realmente un lobo lleno de complejos y frustraciones que va vertiendo  continuamente sobre ella.

Al final deja  Aida su relación con él, se pone en manos de un psicólogo, y vuelve a ser ella misma, a valorarse como la gran persona que ha sido y sigue siendo, amiga de sus amigos y entregada a su trabajo docente  y a su hija.

Quiero destacar de este libro, además de su amenidad y fácil lectura  las enseñanzas que  encierra esta publicación como la exaltación de la amistad, los problemas que encierran  las amistades tóxicas  y como se puede salir de esos problemas con ayuda  y con dedicación buscando otras alternativas. Hay que ser uno mismo y no permitir que  otro  u otra anulen tu personalidad y te hagan sufrir.

Mi más cordial enhorabuena querida Adela por este hermoso libro que merece ser leído por mucha gente y en entornos educativos en los que tú trabajas todavía más por los valores que trasmites tan importantes en la sociedad de hoy. Muchas gracias por haberme permitido hacer esta presentación y en este lugar tan emblemático de la villa de Moya que llevo defendiendo en mis publicaciones muchos años. Mucha suerte con las ventas  y sigue deleitándonos con nuevas páginas. Te cedo la palabra para que nos cuentes lo que creas conveniente sobre este libro que acabamos de presentar.

Por último  intervino la autora que dio las gracias tanto a Fernando Sánchez López  como a Mariano Lopez Marín por su colaboración en la presentación de este libro y a todos los asistentes a este acto Era para ella un honor estar en Moya, como tantas veces lo ha hecho y presentar su libro "El primer día de mi revivida vida" inspirado en estas tierras y presentarlo en el marco incomparable de la iglesia del Convento de las Consepcionistas, un lugar cargado de historia..Dejó tambien que alguna de las personas presentes le hicieran alguna pregunta sobre el libro destacando que ante todo para ella escribir esta obra , una más de las muchas que ha escrito, ha sido una liberación y un disfrute pensando y escribiendo  su  contenido.Y que se sentia muy halagada de estar aqui entre amigos y en un día muy importante para Moya y para ella

Al final del acto  un antiguo alumno de Adela le entregó un ramo de flores y un obsequio con una preciosa dedicatoria en nombre de "los cinco mosqueteros " como ella llama cariñosamente a estos cinco  antiguos alumnos suyos de los que guarda grandísimos recuerdos muy agradables.

Firmó numerosos ejemplares de su obra adquiridos por varias de las personas presentes en este acto.





Un acto cultural muy importante y en un marco incomparable.Actos de este tipo son muy necesarios en Moya.Quiero y queremos agradecer al Excmo Ayuntamiento de Moya las facilidades dadas para este acto.Montaron la megafonia, pusieron el repostero con el escudo de Moya  y colocaron un buen número de sillas para todos los asistentes y para el acto de la firma del DECRETO DEL SEPTENARIO  que se celebró por la tarde.Mi mas cordial enhorabuena a cuantos hiceron posible este acto y a todos los que asistieron al mismo,

Despues de la presentación la autora, su hija y los amigos de la autora tanto de fuera como de Moya se reunieron a comer en el Hotel Moya de Landete donde en sana armonía  y convivencia disfrutaron compartiendo mesa y mantel.Una jornada muy completa .


Amigos de Adela Ruiz Sancho en el restaurante del hotel Moya de Landete el 17-5-2025





(C) MARIANO LÓPEZ MARIN

sábado, 10 de mayo de 2025

LOS TRES CASTILLOS DE LA CRUZADA.ALIAGUILLA ES SERRESUELA

 

JOSE MARÍA MARTÍNEZ FRÍAS.Investigador de la historia de Aliaguilla.

Una vez mas traemos a este blog  un trabajo de mi amigo de Aliaguilla JOSE MARÍA MARTÍNEZ FRIAS  que en elverano de 2020 publicó un libro "Cronología de la villa de Aliaguilla". Sigue investigando sobre aspectos históricos de su pueblo y me remitió hace unos días este trabajo que hoy publicamos.Muchas gracias amigo Jose María por aportarnos nuevos datos de la historia de tu pueblo como  parte de la historia de Moya y su Marquesado que vamos completando entre todos los que se han dedicado  y nos seguimos dedicando a la investigación histórica de estas tierras.(Mariano López Marin.Cronista Ofcial de Salvacañete  y de la villa de Moya (Cuenca)

Los Anales Toledanos I y II son crónicas medievales (de 1083 a 1391) sobre la historia del reino de Toledo, de autores anónimos conocedores de la lengua romance, seguramente mudéjares, que gustan de exaltar las derrotas cristianas, como la ocurrida en el cerco de Requena tras la conquista de los tres castillos de Sierra, Serresuela e Mira.


 Libro "Cronología de la villa de Aliaguilla Edición: Del propio autor con colaboración del Excmo. Ayuntamiento de Aliaguilla.2020.



Aliaguilla en 1950. Se ve la iglesia  arriba los restos del Caastillo.Jose María Martínez Frías del archivo fotográfico de Aliaguilla.


Aliaguilla 1997.Foto del autor.
1219. (Era de MCCLVII). El arzobispo D. Rodrigo de Toledo fizo Cruzada, “ajuntó” entre peones y caballeros 200.000, entró en tierra de moros por la parte de Aragón, “prisó” tres castillos el día de san Mateo, “cercó” Requena día de san Miguel, “lidiáronla” y no la pudo “prender”, muriendo más de 2000 cristianos, y “tornáronse” el día de san Martín. El único de los tres castillos con nombre propio es el de Mira, tal vez porque el cronista sabía que el linaje de los Banü Amïra tuvo gran presencia en esta región de Santaver. Los otros dos, los menciona simplemente por su emplazamiento: Sierra, en una sierra mayor, y Serresuela, en una sierra menor. Todo ello escrito en antigua lengua romance castellana. Diferentes documentos sitúan al castillo de Sierra en la actual Santa Cruz de Moya, en la sierra Tortajada (la sierra Travesada baja hacia Talayuelas), siendo el mejor fortificado y el más estratégico de los tres. Anteriormente, en 1086, el rey al-Qadir, destronado de Toledo, viaja de Cuenca a Albarracín, y desde el castillo de Sierra, busca partidarios para ocupar el trono de Balansiya (Valencia). En 1198, el arzobispo ya nombra a Santa Cruz, Mira y Serreuela, como baluartes fronterizos clave, que deben ser ocupados por su primo.


Santa Cruz de Moya.En su entorno tiene varias torres de defensa. Diferentes documentos sitúan al castillo de Sierra en la actual Santa Cruz de Moya, en la sierra Tortajada (la sierra Travesada baja hacia Talayuelas), siendo el mejor fortificado y el más estratégico de los tres. 



Lugar donde estuvo emplazado el Castillo de Mira (Cuenca) donde se han hecho esxcavaciones arqueológicas recientemente.Estaba situado encima de la población.
Iglesia y castillo de Aliaguilla. Década 1950.Jose´María Martínez Frías.Archivo  fotográfico de Aliaguilla

E. García Azagra, señor de Albarracín, con el consentimiento de Castilla y Aragón. En el documento en latín de 1221, el arzobispo Jiménez de Rada entrega in perpetuum feudum, tria castra, Sanctam Crucem, Miram et Sierreulam a García Azagra y sus sucesores, con la condición de pagar una marca de plata y que apoyen en la guerra contra los sarracenos. Se supone que su emplazamiento estuvo situado en lo alto de la Peña del Castillo, aunque en el término de Santa Cruz existen numerosos torreones de vigilancia como la Torrecilla, Torre Barrachina, Torre Olmeda o el Molino de Orchova. En Aliaguilla, el collado Pedro Chova es un paso natural hacia Mira y por su sierra transcurre la Cañada Real Nº12, ruta trashumante y posible paso de los ejércitos por estas tierras tan abruptas. (Nota del autor). El castillo de Serrezuela, cuya controvertida y discutida ubicación no consiguen acordar los historiadores, debía ser el más próximo a la Requena mora y el más difícil de repoblar. A diferencia de lo tratado en artículos anteriores (pág.96 de esta Cronología), este autor distingue entre dos fortalezas conquistadas en tiempos y emplazamientos distintos, ambas nombradas en una sierra menor; una durante la Santa Cruzada castellana y la otra, dentro del ámbito aragonés y de su antigua lengua romance. Se trata del castillo de Serreilla o Serrella, conquistado por Pedro II de Aragón en 1210 junto con Ademuz, Castelfabib y El Cuervo, y entregados en 1211 a D. Rodrigo para que también los incorpore a la diócesis de Albarracín. Tras su repoblación ambos castillos cambiarán de nombre.

Conforme se ocupaban nuevos territorios para los reinos cristianos, se iban produciendo numerosos litigios eclesiásticos por la delimitación de los antiguos obispados visigodos. La diócesis de Cuenca se fundó uniendo las sedes episcopales de Arcávica y Valeria. Las iglesias de Albarracín fueron primero Arcavicenses, y al poco, se asignaron a Segóbriga, dependiente de Toledo, lo que originó numerosos pleitos entre las dos capitales. En 1220, se inicia el juicio de Burgos sobre los límites de Cuenca y Albarracín y los derechos sobre la villa de Moya. En 1232, después de duros litigios, el tribunal confirma las conquistas aragonesas para Albarracín, incluyendo Santa Cruz como límite eclesiástico y Vallanca como sustituta de Serreilla, una vez repoblada. El arzobispo de Toledo pierde los derechos diocesanos sobre Moya y los tres castillos de la Cruzada, en favor del obispo de Cuenca, pero conserva todavía su poder político; en 1222, otorga a Mira y Serrezuela fueros con privilegios para atraer colonos que puedan repoblar la comprometida zona fronteriza.


1225. D. Rodrigo da licencia a Alfonso Téllez para poblar Ayalaguiella (Aliaguilla), en plena frontera sarracena, y concede indulgencia de cruzada a quien trabajase un mes en la reconstrucción de su castillo. De la misma forma que con Vallanca y Serreilla, una vez repoblada Aliaguilla ya no aparece el lugar de Serrezuela en ninguna documentación.

D. Alfonso Téllez de Meneses consiguió la repoblación de la problemática Serrezuela con colonos venidos de Aliaga (Teruel), la Alulgha islámica que significa “donde el valle se retuerce”. Al contrario de Mira y Santa Cruz, que tras perder la tutela de Toledo, cayeron bajo el feudo de los Muñoz (Gil Muñoz o Garcés era primo político de D. Rodrigo y de los García Azagra), Aliaguilla consiguió regirse un tiempo por su propio Concejo.


  1242. En julio, el Consejo de Moya entrega Torre de Ranera a la Orden de Santiago, donación que provocó las protestas del Consejo de Aliaguilla, en cuyo término se hallaba esta heredad. El comendador de Cuenca, D. Rodrigo Bueso, tuvo que reclamar dicha propiedad hasta que ambos Consejos llegaron a un acuerdo. Por otro lado, no sabemos cierto si Alfonso Téllez, segundo señor de Moya en 1224, intentó comprar Aliaguilla al arzobispo para ampliar sus dominios y si ésta quedó incorporada a Moya tras su muerte en 1230 o la de su hermano Tello Alfonso, en 1238.

El castillo de Aliaguilla (Serrezuela) debió ser un recinto fortificado de cierta magnitud, en el que se implicaron el poderoso prestigio de los Téllez y las grandes indulgencias del prelado. Su refuerzo, en la pequeña sierra de Aliaguilla, fijaba las posiciones cristianas a las puertas del llano alfoz de la resistente Requena. Su localización en el Cerro del Castillo o Cuesta de la Torre quedó difuminada en el tiempo, y hoy en día, solo quedan de él, los restos de un grueso murete y la memoria de sus altas paredes que albergaron la ermita y el antiguo cementerio de san Roque. A su vista y retirada unos dos kilómetros del núcleo fortificado del pueblo, se encuentra la torre exenta de Torrelahuerta, un robusto edificio de dos plantas que está mucho mejor conservado que el castillo. Su misión, más que de contención o de defensa, sería la de refugio o salvaguarda de una pequeña población rural sometida a cabalgadas, correrías y saqueos en un territorio difuso de frontera. Durante la repoblación, los cuadrilleros hacían el repartimento de lotes de tierras (quiñones) para su explotación y beneficio, y así, junto con ciertos privilegios y la protección de la caballería, se lograba asentar los nuevos pobladores. La construcción de una simple iglesia (una nave rectangular con el ábside orientado al este) consolidaba la fundación de una aldea, que se gobernaba por su propio concejo y cuyo término debía deslindarse y amojonarse para distinguirlo del resto del territorio. Por la posición estratégica de la torre de Torrelahuerta, entre los viejos caminos de Mira y de Henarejos, y por su origen incierto (musulmán o cristiano), su función también pudo haber sido la de torre vigía o de control de las vías de comunicación, o incluso del paso de los ganados trashumantes. (Nota del autor).

En el foro del “Mojón Trifino” (internet, julio 2011), distintos historiadores intentan localizar el castillo de Serreilla; se desmonta la tesis de Niceto Hinarejos de que estuviera en Alcalá de la Vega, o en Utiel (Serratilla) o en la Puebla de San Miguel (Cerrellat). Juan Pitarque y Régulo Algarra, analizando las millas árabes y el itinerario de al-Idrisi, donde se nombra al-S,Ral.h entre Alpuente y Ademuz, coinciden con el buen trabajo de G. León y L. Mombiedro que lo sitúan entre los términos de Aras y Titaguas. Francisco Piqueras aporta una novedosa versión diferenciando Serreilla (1210) y Serrezuela (1219).

Restos del castillo de Aliaguilla.José María Martínez Frías


En un cerro próximo al pueblo, Cerro del Castillo o Cuesta de la Torre quedó difuminada en el tiempo, y hoy en día, solo quedan de él, los restos de un grueso murete y la memoria de sus altas paredes que albergaron la ermita y el antiguo cementerio de san Roque, se situaría el castillo de Aliaguilla que tiene en su termino varias torres de defensa de diferentes epocas.





Tres imágenes desde distintos ángulos de la torre defensiva de Torrelahuerta en termino de Aliaguilla.
Fotografía José María Martínez Frías



 BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA :

-De internet, del artículo de Francisco Piqueras Mas: Los tres castillos de la Cruzada contra Requena (1219). Revista Oleana 22: Cuadernos de Cultura Comarcal (págs.103- 120). Centro de Estudios Requenenses, 2007. (III Congreso de Historia Comarcal).

-De internet, de la tesis doctoral de J. R. Ruiz Checa: Torres exentas en el ámbito del Júcar Medio (Cuenca): implantación territorial y caracterización constructiva. Ed. U.P. de Valencia, 2012.