JOSE MARÍA MARTÍNEZ FRÍAS.Investigador de la historia de Aliaguilla.
Una vez mas traemos a este blog un trabajo de mi amigo de Aliaguilla JOSE MARÍA MARTÍNEZ FRIAS que en elverano de 2020 publicó un libro "Cronología de la villa de Aliaguilla". Sigue investigando sobre aspectos históricos de su pueblo y me remitió hace unos días este trabajo que hoy publicamos.Muchas gracias amigo Jose María por aportarnos nuevos datos de la historia de tu pueblo como parte de la historia de Moya y su Marquesado que vamos completando entre todos los que se han dedicado y nos seguimos dedicando a la investigación histórica de estas tierras.(Mariano López Marin.Cronista Ofcial de Salvacañete y de la villa de Moya (Cuenca)
Los Anales Toledanos I y II son crónicas medievales (de 1083 a 1391) sobre la historia del reino de Toledo, de autores anónimos conocedores de la lengua romance, seguramente mudéjares, que gustan de exaltar las derrotas cristianas, como la ocurrida en el cerco de Requena tras la conquista de los tres castillos de Sierra, Serresuela e Mira.
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Libro "Cronología de la villa de Aliaguilla Edición: Del propio autor con colaboración del Excmo. Ayuntamiento de Aliaguilla.2020.
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Aliaguilla en 1950. Se ve la iglesia arriba los restos del Caastillo.Jose María Martínez Frías del archivo fotográfico de Aliaguilla. |
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Aliaguilla 1997.Foto del autor. |
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Lugar donde estuvo emplazado el Castillo de Mira (Cuenca) donde se han hecho esxcavaciones arqueológicas recientemente.Estaba situado encima de la población. |
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Iglesia y castillo de Aliaguilla. Década 1950.Jose´María Martínez Frías.Archivo fotográfico de Aliaguilla |
E. García Azagra, señor de Albarracín, con el consentimiento de Castilla y Aragón. En el documento en latín de 1221, el arzobispo Jiménez de Rada entrega “in perpetuum feudum, tria castra, Sanctam Crucem, Miram et Sierreulam” a García Azagra y sus sucesores, con la condición de pagar una marca de plata y que apoyen en la guerra contra los sarracenos. Se supone que su emplazamiento estuvo situado en lo alto de la Peña del Castillo, aunque en el término de Santa Cruz existen numerosos torreones de vigilancia como la Torrecilla, Torre Barrachina, Torre Olmeda o el Molino de Orchova. En Aliaguilla, el collado Pedro Chova es un paso natural hacia Mira y por su sierra transcurre la Cañada Real Nº12, ruta trashumante y posible paso de los ejércitos por estas tierras tan abruptas. (Nota del autor). El castillo de Serrezuela, cuya controvertida y discutida ubicación no consiguen acordar los historiadores, debía ser el más próximo a la Requena mora y el más difícil de repoblar. A diferencia de lo tratado en artículos anteriores (pág.96 de esta Cronología), este autor distingue entre dos fortalezas conquistadas en tiempos y emplazamientos distintos, ambas nombradas en una sierra menor; una durante la Santa Cruzada castellana y la otra, dentro del ámbito aragonés y de su antigua lengua romance. Se trata del castillo de Serreilla o Serrella, conquistado por Pedro II de Aragón en 1210 junto con Ademuz, Castelfabib y El Cuervo, y entregados en 1211 a D. Rodrigo para que también los incorpore a la diócesis de Albarracín. Tras su repoblación ambos castillos cambiarán de nombre.
Conforme se ocupaban nuevos territorios para los reinos cristianos, se iban produciendo numerosos litigios eclesiásticos por la delimitación de los antiguos obispados visigodos. La diócesis de Cuenca se fundó uniendo las sedes episcopales de Arcávica y Valeria. Las iglesias de Albarracín fueron primero Arcavicenses, y al poco, se asignaron a Segóbriga, dependiente de Toledo, lo que originó numerosos pleitos entre las dos capitales. En 1220, se inicia el juicio de Burgos sobre los límites de Cuenca y Albarracín y los derechos sobre la villa de Moya. En 1232, después de duros litigios, el tribunal confirma las conquistas aragonesas para Albarracín, incluyendo Santa Cruz como límite eclesiástico y Vallanca como sustituta de Serreilla, una vez repoblada. El arzobispo de Toledo pierde los derechos diocesanos sobre Moya y los tres castillos de la Cruzada, en favor del obispo de Cuenca, pero conserva todavía su poder político; en 1222, otorga a Mira y Serrezuela fueros con privilegios para atraer colonos que puedan repoblar la comprometida zona fronteriza.
1225. D. Rodrigo da licencia a Alfonso Téllez para poblar Ayalaguiella (Aliaguilla), en plena frontera sarracena, y concede indulgencia de cruzada a quien trabajase un mes en la reconstrucción de su castillo. De la misma forma que con Vallanca y Serreilla, una vez repoblada Aliaguilla ya no aparece el lugar de Serrezuela en ninguna documentación.
D. Alfonso Téllez de Meneses consiguió la repoblación de la problemática Serrezuela con colonos venidos de Aliaga (Teruel), la Alulgha islámica que significa “donde el valle se retuerce”. Al contrario de Mira y Santa Cruz, que tras perder la tutela de Toledo, cayeron bajo el feudo de los Muñoz (Gil Muñoz o Garcés era primo político de D. Rodrigo y de los García Azagra), Aliaguilla consiguió regirse un tiempo por su propio Concejo.
1242.
En julio, el Consejo de Moya entrega Torre de Ranera
a la Orden de Santiago,
donación que provocó las protestas del Consejo de Aliaguilla, en cuyo término
se hallaba esta heredad. El comendador de Cuenca, D. Rodrigo Bueso, tuvo que
reclamar dicha propiedad hasta que
ambos Consejos llegaron a un acuerdo. Por otro lado, no sabemos cierto si
Alfonso Téllez, segundo señor de Moya en 1224, intentó comprar Aliaguilla al
arzobispo para ampliar sus dominios y si ésta quedó incorporada a Moya tras su
muerte en 1230 o la de su hermano Tello Alfonso, en 1238.
El castillo de Aliaguilla (Serrezuela) debió ser un recinto
fortificado de cierta magnitud,
en el que se implicaron el poderoso
prestigio de los Téllez y
las grandes indulgencias del prelado. Su refuerzo, en la pequeña
sierra de Aliaguilla, fijaba las posiciones cristianas a las puertas del llano alfoz
de la resistente Requena. Su localización en el Cerro
del Castillo o Cuesta de la Torre
quedó difuminada en el tiempo,
y hoy en día, solo quedan de él,
los restos de un grueso murete y la memoria de sus altas paredes que
albergaron la ermita y el antiguo
cementerio de san Roque.
A su vista y retirada
unos dos kilómetros del núcleo
fortificado del pueblo, se encuentra
la torre exenta de Torrelahuerta, un robusto edificio de dos plantas que está
mucho mejor conservado que el castillo.
Su misión, más que de contención o de defensa, sería
la de refugio o salvaguarda de una pequeña
población rural sometida a cabalgadas,
correrías y saqueos en un territorio difuso de frontera. Durante la repoblación, los cuadrilleros hacían el repartimento de lotes de tierras (quiñones) para su
explotación y beneficio, y así, junto con ciertos privilegios y la protección de la caballería, se lograba asentar los nuevos pobladores. La construcción de una simple
iglesia (una nave rectangular con el ábside
orientado al este) consolidaba la fundación de una aldea,
que se gobernaba por su propio
concejo y cuyo término debía deslindarse y amojonarse para distinguirlo del resto del territorio. Por la posición
estratégica de la torre de Torrelahuerta,
entre los viejos caminos de Mira y de Henarejos, y por su origen incierto
(musulmán o cristiano), su función
también pudo haber sido la de torre
vigía o de control de las vías de
comunicación, o incluso del paso de los ganados trashumantes. (Nota del autor).
En el foro del “Mojón Trifino”
(internet, julio 2011), distintos historiadores intentan localizar el castillo de Serreilla; se desmonta la tesis de Niceto Hinarejos
de que estuviera en Alcalá de la Vega,
o en Utiel (Serratilla) o en la Puebla de San Miguel
(Cerrellat). Juan Pitarque y Régulo
Algarra, analizando las millas
árabes y el itinerario
de al-Idrisi, donde se nombra al-S,Ral.h entre Alpuente y Ademuz, coinciden con el buen trabajo de G. León y
L. Mombiedro que lo sitúan entre los términos de Aras y Titaguas. Francisco Piqueras aporta una
novedosa versión diferenciando Serreilla (1210) y Serrezuela (1219).
Restos del castillo de Aliaguilla.José María Martínez Frías |
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Tres imágenes desde distintos ángulos de la torre defensiva de Torrelahuerta en termino de Aliaguilla. |
-De internet,
del artículo de Francisco Piqueras Mas: Los
tres castillos de la Cruzada contra Requena (1219). Revista Oleana nº 22: Cuadernos de Cultura Comarcal
(págs.103- 120). Centro de Estudios Requenenses, 2007. (III Congreso de
Historia Comarcal).
-De internet,
de la tesis doctoral de J. R. Ruiz Checa: Torres
exentas en el ámbito del Júcar Medio (Cuenca): implantación territorial y caracterización constructiva. Ed. U.P. de Valencia,
2012.
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