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CURIOSIDADES DE LA HISTORIA DE SALVACAÑETE COMO ALDEA DE MOYA

  Este trabajo que  os doy ahora a conocer  fue una  conferencia  que realicé  en la Iglesia de Santa María de Moya el 11 de agosto de 2003...

jueves, 30 de octubre de 2025

RELACIONES DE UTIEL CON MOYA Y SU MARQUESADO EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA

 

Mariano López Marín.Cronista Oficial de Salvacañete y Moya (Cuenca)

Respecto a las relaciones de Utiel con Moya y su Marquesado hay muchos aspectos curiosos que destacar. Solamente  comentaré algunos muy sobresalientes. Los historiadores de Utiel[1] y de Moya[2] y sus tierras nos hablan  ampliamente de muchos de estos. Estas tierras de Moya y de Utiel compartieron destinos comunes como tierras de frontera entre Castilla, Aragón y Valencia y fueron tierras de disputa entre estos tres reinos por su situación estratégica entre Castilla y Levante. Moya tuvo carácter de puerto seco y las mercancías que pasaban por allí hacia Valencia pagaban impuestos cuantiosos: las maderas, las lanas, los cereales, el paso de los ganados trashumantes, etc. Lo mismo ocurría en Requena con los productos que entraban desde Castilla a Valencia. Todas estas tierras de Utiel y alrededores fueron conquenses hasta la  primera mitad el siglo XIX cuando se incorporaron a Valencia  a petición de Requena y con la adhesión de los demás municipios limítrofes.

Mapa Señorío de Moya y lugares limítrofes siglos XIV y XV. José Saiz Valero. Gracias.

 Utiel  tuvo privilegios reales lo mismo que Moya y sus aldeas. Ambas villas, Moya y Utiel fueron premiadas por la Reina Isabel de Castilla y por otros reyes castellanos anteriores. Isabel de Castilla nombrará Marqueses de Moya a Dª Beatriz de Bobadilla y a D. Andrés de Cabrera[3]. Con Utiel tuvo un trato preferente. Esta reina tiene dedicado un busto en la plaza  utielana de San Juan con una famosa leyenda inscrita  con las palabras textuales de la reina. “Antes……………que enajenar a Utiel de la Corona de Castilla”[4].

  En el siglo XVII, hacia el año 1626, tendrá lugar el matrimonio de la Marquesa de Moya en Utiel convirtiéndose el acto en un momento histórico para Moya y Utiel con celebraciones famosas en ambas villas[5].

Con la Guerra de la Independencia de 1808 aparecerán nuevos episodios de relación entre Moya y sus Tierras y  Utiel. A destacar la figura de Villacampa, muy conocido de  los utielanos. He investigado  este tema para redactar la Historia de Salvacañete[6]  y estas son algunas de las curiosidades históricas incluidas en la misma.

 La Guerra de la Independencia

             En 1808 se inicia en España la Guerra de la Independencia contra los franceses y en ella  el Marquesado de Moya y Salvacañete, como parte de él tendrán mucha importancia según se desprende de los documentos de los Archivos[7] del Palacio de Vincennes en París, que recogen la documentación francesa sobre esta guerra, del libro del Conde de Toreno, editado en 1836 con el título “). “Historia del Levantamiento. Guerra y Revolución de España[8], en el que aparece un mapa  del marquesado  mencionado a Tórmeda y de otros documentos[9].

             Las causas, la base y el origen de esta guerra hay que buscarlo en el tratado de Fonteneblau (27 de octubre de 1807), ratificado en noviembre de ese mismo año entre franceses y españoles según el cual los franceses apoyaban el desmantelamiento del reino de Braganza en Portugal[10]. Con este pretexto Napoleón ocupó militarmente Portugal y poco después, en 1808, parte de España con la intención de mantener a  Carlos IV y a su primer ministro Godoy en el que había depositado toda su confianza el rey  y que se había convertido en regente con plenos poderes. En poco tiempo más de 80.000 franceses ocupaban tierras de Portugal y España. Los primeros incidentes  no tuvieron como objetivo a los franceses sino  al gobierno de Godoy, que poco a poco había endeudado  a España En el célebre Motín de Aranjuez, 23 de marzo de 1808, se expulsa a Godoy y se hace abdicar a  Carlos IV a favor de su hijo Fernando VII, y este a favor del emperador Napoleón que colocará en España  a su hermano José. Fernando VII es confinado en Bayona y a partir del 2 de  mayo de 1808n el pueblo se rebela a favor de su rey y en contra de los franceses. La rebelión se extendió desde Móstoles y desde Madrid rápidamente a toda España.

El Marquesado de Moya  en el siglo XVIII.Diiccionario de Tomás López.Ms 7298 Biblioteca Nacional.Realizado por D. Rafael Merino Gallo
             Se creará un ejército  regular y uno popular paralelo, una guerrilla formada por personajes variopintos. Uno de estos personajes, El Empecinado, símbolo de la resistencia y que actuará  mucho en tierras de Cuenca, contará con más de 500 hombres. Entre 1809 y 1810 se oficializará esta guerrilla y se equiparará a los rangos del ejército regular. La batalla durará cinco años en los que los franceses ganarán 10 batallas escalonadas  en todas las plazas fuertes pero sin obtener la sumisión de la península.

             La guerra acabará con la ayuda del ejército inglés con el general Wellington a su  cabeza y con  la vuelta de Fernando VII en 1814. Entre las tropas francesas  era frecuente el pillaje para subsistir. Los motivos que impulsaron al pueblo español a la lucha eran mantener la integridad del territorio, el restablecimiento de la dinastía y de los valores del rey, patria, religión. La forma peculiar de combatir el pueblo español será la de guerrillas, atacando  a los correos franceses en las montañas  y debilitando a sus tropas. De ahí que zonas montañosas como es Salvacañete y toda su comarca tuviesen mucha importancia.

             Según cartas de ciertos generales franceses las tierras de Moya eran rebeldes y había que escarmentar a sus moradores. El general Caulincourt en la  correspondencia que mantiene con sus superiores declara en varias ocasiones su firme deseo de escarmentar a Moya y sus rebeldes. En una carta de 4 de julio de 1808 cuenta que al entrar en Cuenca encuentra la ciudad abandonada  y sin comida útil para su ejército pues el gobierno revolucionario había mandado a la población huir a las montañas. En su carta del  8 de julio destaca que los rebeldes aragoneses y valencianos se han retirado a las montañas y asegura: “Es casi imposible destruirlos mientras la montaña de Aragón no sea destruida y las murallas de Moya quemadas..” Se queja que el correo francés  es,  a menudo, interceptado por los insurrectos de las montañas  y expresa que para poder  vencer  en esta zona hay que enviar más tropas. Da los nombres de los rebeldes nombrados por la Junta Revolucionaria de Cuenca. Entre estos se encuentra Malavia, teniente del Regimiento de la Reina, jefe de los rebeldes moyanos. Es curiosa la anécdota que cuenta del obispo de Cuenca  que estaba dispuesto  a luchar  y había hecho llevar ante él a un suboficial francés prisionero para que le enseñase las artes  de la guerra.

En su carta del 9 de julio Caulincourt está furioso  por los ataques procedentes de Moya y su entorno y dice: “Moya sería borrada del mapa si el general jefe no me hubiera aconsejado con razón no lanzarme  a la derecha y apoyar siempre a la izquierda para secundar al general Freire  en caso de necesidad..” Sigue firme  en su propósito de restablecer el orden  pero reconoce que el desarme no se produce tan  rápido como esperaba. Desde las montañas reciben disparos y su material empieza a deteriorarse. Pide un armero, ausente desde hace seis meses, ya que los fusiles necesitan reparación.

             Caulincourt, según escribe en otra carta, cita que el 14 de julio algunos hombres de su regimiento son asesinados entre Carrascosa y Tarancón. ”No hay refuerzos que los brigantes  no hagan para que sus comunas se rebelen…” Los brigantes son  los sublevados y las comunas se refieren a los  pueblos. Este  general se unirá al  9º regimiento con un ejército de.” hombres salidos del hospital,  sin energía y asqueados”

             Los pueblos del Marquesado de Moya se unirán  en la lucha contra los franceses. Entre los rebeldes moyanos  se habían organizado cuatro compañías formadas por[11]  58 de Moya, 36 de Landete, 34 de Santa Cruz, 25 de Talayuelas, 27 de Alcalá de la Vega y 22 de Fuentelespino amén de otros de otros lugares del marquesado. Pedro Prunela en su “Crónica de la provincia de Cuenca[12] nos describe la actuación de los moyanos en Cuenca en estos términos” No bien salieron los franceses, empezaron  a entrar partidas de españoles, más temibles algunas  de ellas que las tropas francesas. El 21 de junio (1808) el capitán D Antonio Malavia, con su partida de 70 moyanos, gente sin subordinación ni disciplina, que escudándose en su exagerado patriotismo, se entregaron a todo género de excesos y comprometieron a Cuenca. Prendieron al intendente D. Baltasar Fernández y al corregidor D. Ramón Figueroa, y atados codo con codo los llevaron  a Moya y desde allí  a Valencia; pero examinada con la mayor detención la causa que se les formó por delito de infidencia, por unánime acuerdo  de la Junta suprema  de gobierno fueron absueltos el 26 de julio de todo cargo y puestos en libertad, dejándoles el goce de sus respectivos destinos. Los de Moya saquearon  las casas, quemaron los muebles y atropellaron las personas de los franceses Ferau, Baile y Pausa, avecindados desde hace  muchos años en Cuenca; detuvieron  y amenazaron  fusilar  a otros; sacaron de la tesorería trescientos mil reales  que se repartieron en el atrio de una iglesia, y se retiraron a Moya, llevándose prisioneros a los  soldados franceses que Moncey dejó enfermos y recomendados.” El 24 de junio llegaría a Cuenca 800 valencianos del Regimiento de la Fe, que prometieron defender a Cuenca, pero cuando  supieron que se acercaban los franceses se marcharon  a otras provincias. El  28 de junio entraron en la ciudad 400 aragoneses del cordón de Teruel mandados por  el comandante D. Ambrosio Villalba, que prometieron defender a Cuenca. Una de las medidas que se adoptaron fue obstruir el camino de la cuesta de Val de Uclés y echar barrenos en los riscos cercanos para prenderles fuego cuando pasaran los franceses y dejarlos sepultados en el tránsito.

Caulincourt se dirigió a Cuenca con su división para reforzar al general Moncey. Los jóvenes conquenses  se prepararon para recibirle  mientras la mayor parte del vecindario se retiró a los pueblos de la sierra por miedo a los franceses. La defensa que montaron no podía ser más sencilla, tres cañones  de hierro  que montaron en sitios estratégicos de  la ciudad  y unos pocos saquillos de pólvora. Conforme  se acercaba Caulincourt el grupo defensor era menos numeroso y solo los más intrépidos y obcecados continuaban haciendo algunas salvas.

            En esta segunda entrada de los franceses en Cuenca hubo algunas desgracias  que lamentar. Casas y templos fueron allanados y saqueados, las alhajas de la catedral fueron reservadas para Caulincourt y sus oficiales y mandó cerrarla. La famosa custodia de los Hermanos Becerril  prácticamente fue  destruida porque Caulincourt se llevó toda la plata, dejando únicamente  el viril de oro. Así  mismo se llevó muchas alhajas de  la catedral y de otras iglesias.

            Siguiendo Cuenca el ejemplo de otras capitales de provincia, nombró una Junta Suprema de Gobierno[13] presidida por D. Ramón Falcón y Salcedo, la cual decretó el 22 de agosto de 1808 el secuestro de los bienes pertenecientes a los franceses. El 15 de octubre de ese mismo año  se dirigió a la juventud una alocución entusiasta  para reclutar jóvenes que lucharan contra los franceses. Con los que acudieron al llamamiento se organizó un regimiento y un escuadrón, ambos con el término de Cuenca.

Varias veces  más entraron los franceses en Cuenca. En 1810 lo hacía el general  Lacote, el 22 de abril de 1811 el general Lahoussaie. Y Cuenca estará en poder  de los franceses hasta  1812 año en que estuvieron en ella de paso José Bonaparte con el mariscal Soult y un numeroso ejército. Ese mismo año, en mayo y agosto, estuvo  el Empecinado  de improviso en Cuenca  La primera vez, en el mes de mayo, cogió a  los franceses el dinero y los equipajes  y mató al comisario regio el barón Lardó. A partir de  ese momento la guarnición francesa que guarnecía Cuenca se marchó, volando antes el edificio del castillo e inquisición.

  Toda la zona del Marquesado de Moya no sería ajena a los acontecimientos  que ocurrían en la capital Cuenca  en su lucha contra  los franceses. Además esta zona fronteriza entre Teruel y Valencia era lugar de paso de convoyes de tropas  francesas hacia Valencia. Su orografía muy  montañosa permitió la actuación de  las guerrillas. Y hay constancia de la presencia en esta comarca del Empecinado, uno de los jefes guerrilleros más famosos y que hostigaba por sorpresa a los franceses. Atacaban sus convoyes, interceptaban los correos y así las órdenes no podían llegar al enemigo, a sus frentes de batalla o les robaban. En la zona de Salvacañete actúa la cuadrilla del Tío Pedro frente al invasor francés, realizando numerosos  ataques  sorpresa a los ejércitos napoleónicos. Hay un trabajo[14] muy interesante de Juan Jiménez de Aguilar sobre Teruel y Cuenca  en la guerra con los franceses sobre la Guerra de la Independencia en las Tierras fronterizas de Teruel y Cuenca, Salvacañete se encuentra en ese lugar, y que nos aporta datos muy completos sobre este conflicto en nuestra zona, la actuación de las  guerrillas de Moya en esta zona fronteriza, la reunión que tuvieron que hacer por los avatares de la guerra la Junta de Aragón y parte de Castilla que se reunió en Moya el 22 de junio de 1809 y posteriormente en Landete el 14 de enero de 1811.

 En la Historia de Utiel[15] de D. Miguel Ballesteros Viana  hay muchos datos sobre la guerra de la independencia en el Marquesado de Moya. En ella nos informa  de cómo Cádiz y Valencia  eran las únicas poblaciones ricas y populosas que no habían caído en poder de los franceses al comenzar el año 1811; pero llegaron importantes esfuerzos del extranjero y comenzaron con más ímpetu las operaciones para su ocupación.

Las comarcas de Molina de Aragón y Tarancón estaban  invadidas por columnas volantes de franceses. Esto motivó que la Junta de Aragón buscará albergue seguro en Landete y su comarca, al abrigo de la división Villacampa; pero este fue encontrado el 31 de enero por una de aquellas columnas, formada por 300 infantes  y 300 caballos. Tuvo que sostener este valiente militar una  línea de ataque de tres cuartos de hora, en una tierra montañosa y muy quebrada, cubierta de nieve  y con las tropas descalzas. El español fue abatido  con ventaja, y este desastre le hizo perder bastante gente, viéndose obligado a retirarse a Huélamo y Tragacete.  El triunfo de Checa  alentó a  los franceses que continuaron su marcha  invadiendo a comienzos de febrero todo el marquesado de Moya en columnas volantes. Pero no encontró habitantes en los pueblos, habían huido a  las montañas por miedo al invasor, y se dirigió a Ademuz donde sentó el cuartel general. Su objetivo era sorprender a la Junta de Aragón, con sede en Landete, y tal vez lo hubiese conseguido  sin la presencia del coronel Gayán que apareció en Santa Cruz de Moya, estando Abbé haciendo correrías por el Marquesado. Los españoles obligaron a los franceses a retirarse hasta a Teruel, llegando a sus inmediaciones, donde solo consiguieron  hostilizar a las avanzadas francesas  de la plaza situadas en las Tenerías, Florida  y campo de Valencia.

Villacampa, después del desastre del 31 de enero de 1811, avisó a Landete para evitar la sorpresa de la Junta, si el enemigo seguía su marcha; pero “los individuos que la componían no demoraron su salida,  y abandonando los equipajes  y con solo los papeles más  interesantes al orden de las cosas  salieron de aquel lugar  en el silencio de la noche, teniendo que ganar a pie,  por sendas escabrosas  y ocultas,  a través de precipicios y con un frío horroroso, la jornada no escasa que le separa de Utiel, elegido por puerto de refugio y adonde llegaron aquellos  honrados ciudadanos  el día 10 de febrero en la situación que es fácil presumir”.[16] En Utiel fueron recibidos como héroes en la Casa del Consistorio donde los recibieron el Corregidor y los vecinos principales del pueblo. Todos ellos querían hospedar en su casa a los componentes de esta Junta. En cuanto se corrió la voz de su presencia en Utiel y en el  Consistorio se acercaron muchos vecinos  que invadieron la casa  de la villa ofreciéndoles su apoyo, tanto en amistad como en intereses y en cuanto fuese necesario para el bienestar de la patria y mostrándose hospitalarios con ellos[17]. El día 11  avisaron de Landete  sobre la retirada de los franceses  a Teruel, y pretendieron los de la Junta  volver al cercano Marquesado, para estar más en contacto de  las columnas del ejército, pero los utielanos no consintieron su salida de la villa. La Junta, agradecida al pueblo por las muestras de agradecimiento se decidió a seguir en Utiel y con fecha 11 de febrero envió un escrito  a la Regencia de Cádiz y a  las divisiones españolas de Cuenca y Valencia.  En Utiel permaneció varios meses.

El 9 de marzo llegó Villacampa a las Huertas, Huerta del Marquesado, con intención de pasar  a Cañete, pues iba  falto de víveres  y con  los caballos desherrados. Pero aquel pueblo estaba ocupado por el enemigo y se fue a Valdemeca, desde donde envió a Utiel los gastadores y numantinos, retrocediendo con el resto de la gente a Beamud y Huélamo. Con la llegada de estas tropas a Utiel se supo  del lamentable estado de la división, especialmente por la falta de calzado. Y mientras  en Utiel la Junta reunía un pequeño convoy  de víveres, en la ciudad de Valencia, a donde habían avisado desde Utiel, reunían  bastante dinero para comprar 2034 pares de zapatos, que sin pérdida de tiempo llegaron a Utiel con varios cajones de hilas, vendajes y alguna cantidad en metálico. “Por los pasos de la Sierra  fue enviado el pequeño convoy, custodiado por parte de las fuerzas  destacadas en Utiel, y el Mariscal español calzó la tropa el mismo día de la llegada del convoy, el 26 de  marzo. Además los de Valencia habían comprado un sable de honor que  Villacampa recibió con júbilo señalado entre los demás donativos”[18].

En el mes de Abril, y a instancia  de los de la Junta que buscaban todos los medios para hacer legar recursos a las divisiones españolas  que operaban por estas comarcas,  los vecinos de Utiel celebraron un convenio para repartir dieciséis mil reales  para las dos brigadas de transporte que hubieron de organizarse para conducir víveres y efectos a la Serranía. Las divisiones de  Obispo y Villacampa estuvieron acantonadas en Moya y Landete, desde abril hasta julio, y Utiel facilitó casi todos los mantenimientos  diariamente de 60, a 80 caballerías  en la conducción del convoy, y los labradores por turno riguroso, proporcionaban de 10 a 30 carros  con igual fin. La Junta de Valencia también prestó  mucha ayuda porque tenía  bien defendidos sus territorios por la parte que lindaba con Castilla. Además las comunicaciones con Aragón  se mantenían expeditas, gracias  a lo mucho que acortaba las distancias la oculta carrera que se extiende entre Utiel y Landete  y a las dilatadas tierras que afluyen a Moya, villa fronteriza  entre tierras de Cuenca, Teruel y Valencia. Utiel se había volcado con las  tropas acantonadas en Landete y Moya y antes por Valdemeca, Beamud y Huélamo. En un año los utielanos habían aportado más de 160.000 reales, en su mayor parte  a  las divisiones de Cuenca y al Hospital Militar de Tejeda. El año 1811 se acantonaron tropas en Utiel, como avanzada  de Valencia, y el vecindario se quejó al general Blake que no podían suministrarles alimentos porque las tormentas de la primavera  habían destruido las cosechas y faltaban alimentos para los propios utielanos. El general lo entendió y mandó enviar socorros de los pueblos próximos.

Esta guerra de la independencia  supuso una nueva demostración de las intensas relaciones entre Utiel y las antiguas tierras de Moya, dos lugares de frontera que han estado relacionados durante siglos por lazos históricos, económicos, culturales  y etnológicos que hay que difundir y valorar. Para lo que fueron las antiguas tierras de Moya, hoy Serranía Baja Conquense, Utiel ha sido siempre un centro de  referencia económico, administrativo, cultural y festivo que ha estado presente en el devenir diario de las localidades de esta zona y todavía esas relaciones se mantienen en muchos aspectos y en el drama común de la despoblación.

 

Castillo de Moya.Raúl Turégano.

Castillo de Moya desde SAnto Domingo de Moya.M López Marín

 

LOPEZ MARÍN ,MARIANO.-Salvacañete : su historia y sus gentes.Edición Excmo. Ayto. de Salvacañete.Gráficas Llogodí, Utiel 2004.



[1] En Utiel hay un buen plantel de investigadores como José Luis Martínez Martínez ,Cronista Oficial de Utiel, José Alabau Montoya, Carlos Javier Gómez Sánchez, Miguel Requena Jiménez y alguno  mas . No podemos olvidar a los anteriores cronistas oficiale de Utiel  D. José Martínez Ortiz y D. Miguel Cremades Martínez además del primer Cronista Oficial de Utiel D. Miguel Ballesteros Viana.

[2] En Moya y sus tierras a destacar la importantísima labor del Grupo de Investigación de Moya coordinados por Régulo Algarra y con investigadores de talla como Sara T. Naille, Luis Mombiedro Manso, Guillermo de León Virtudes, José Vicente Pérez de la Sierra y otros.  También importantísima la labor de   Asociación de Amigos de Moya con Teodoro Sáez Fernández a la cabeza y la ayuda inestimable del alcaleño Niceto Hinarejos Ruiz, de Juan Pitarque  Ferré  y del Padre Eusebio Gómez, de José Benedicto Sacristán y de otros muchos  entre  los que me incluyo. No puedo olvidar a otro amigo, Miguel Romero Saiz, investigador empedernido de  la historia de  los pueblos de la Serranía Baja de Cuenca y de su Cañete natal. Y varios más en distintas  localidades de estas tierras.

[3] Pinel y Monroy. F.: Retrato del Buen Vasallo”. Asociación de Amigos de Moya. Edición fascími.1992

[4] Leyenda del monumento a la  Reina Isabel  la Católica en Utiel. La famosa Isabeleta que  ha estado ubicada en distintos lugares de la villa de Utiel.

[5] De este acontecimiento nos informan ampliamente Martínez Martínez,  JOSE LUIS  en algunos artículos publicados en el periódico La Tierra y  Algarra, Régulo  y Grande, PiedadOctavario Festivo” Artículos publicados en el Día de Cuenca en agosto de 1997 con motivo del Septenario de Moya.

[6] López Marín, MARIANO.:” Salvacañete : su historia y sus gentes “ Utiel, 2004

[7] Documentos de los Archivos de Vincennes en París sobre la Guerra de la Independencia.

[8] TORENO, Conde de.(José Mª Queipo de Llano Ruiz de Saravia).“Historia del Levantamiento. Guerra y Revolución de España . 1836. Hombre muy culto. En 1810 representaba ya en Cádiz a la Junta de León. Allí se reveló como un excelente orador  y defensor de la filosofía liberal y artífice de gran parte de los artículos de la constitución de Cádiz. Al regreso de Fernando VII, abandonó España  y pasó a Lisboa, Londres y París, y se  le confiscaron sus bienes. En la Constitución de 1820 se le restituyeron y fue nombrado presidente de las Cortes. Otra vez, con la vuelta al absolutismo del rey, volvió a exiliarse donde comenzó a redactar  su famosa obra Historia del Levantamiento. Guerra y Revolución de España que concluiría en 1830. Una vez fallecido el rey, la reina gobernadora decretó l amnistía  y Toreno fue nombrado ministro de Hacienda  en junio de 1834 y más tarde procurador  en las Cortes por la provincia de Cuenca. El 7 de junio de 1835 fue nombrado Presidente del Gobierno presentando su dimisión en  1835. Falleció en París  el 16 de septiembre de 1843.

[9] MARTÍNEZ  MARTÍNEZ, José Luis.- “La  villa de Utiel  1808-1814” De la  ocupación francesa y l Constitución de 1812. 220 págs. Gráficas Llogodí. Utiel. Junio 2003. En esta extraordinaria obra de mi querido amigo José Luis hay  una extensísima bibliografía y fuentes documentales sobre la Guerra de la independencia en la comarca de Utiel y en zonas próximas de Cuenca como son las antiguas tierras de Moya. Entre esa bibliografía destacamos por  los datos que nos aporta: SERVICIO HISTÓRICO  NACIONAL. Ministerio del ejército. Madrid. “Diccionario Bibliográfico de la Guerra de la Independencia  Española. 1808 - 1814”. 3 vols. ; GRASSET.La Guerre d´Espagne ( 1807- 1813)”. ; A. H. N. Madrid. Sección correspondencia  Militar. Archivo Guerra de la Independencia; A.H.N. Madrid. Serie: “ COLECCIÓN DOCUMENTAL DEL FRAILE”. Ingente y muy dispersa colección documental formada por más de 10000 folletos, diarios, publicaciones, proclamas, edictos libros, etc. de los siglos  XVIII y XIX, reunidos por el fraile capuchino Fray Joaquín de Sevilla .Publicados en resumen por: Ed. Ares. Madrid, 1947.Varios vols.; GÓMEZ DE ARTECHE Y MORO, José:Guerra de la Independencia. Historia Militar de España  de 1808 a 1814”. Ed. Madrid, 1868-1903”. 14 volúmenes. General, Subsecretario de la Guerra, ayudante personal del Rey. Académico de la Real Academia de la Historia. Es uno de los más eruditos historiadores de la Guerra de la Independencia.

[10]Los moyanos y la guerra de la Independencia”. Artículo de Rosa Sánchez en el boletín de la Asociación de amigos de Moya. Número 9. Enero 1995. Este artículo se ha incluido posteriormente en  ” GÓMEZ. E y  SÁEZ  FERNÁNDEZ, T “ MOYA.- Su historia, sus tierras, sus hombres, sus tradiciones. Asociación de Amigos de Moya. Moya 2000. Págs. 99-103.

 [11] Op. Cit. “ALCALA DE LA VEGA”. HINAREJOS RUIZ, NICETO, Página 170.

[12] PRUNEDA, Pedro.- “Crónica de la Provincia de Cuenca”. Madrid 1869. Editores Rubio, Grilo y Vitturi. Edición en facsímil del original. EDICIONES GACETA CONQUENSE, 1985.Págs. 54-55.

 [13] Op. cit. PRUNEDA, Pedro.- “Crónica de la Provincia de Cuenca” págs.28-29

 [14]Teruel y Cuenca en la Guerra con los franceses” JIMÉNEZ AGUILAR, Juan. Artículo en EL DÍA DE CUENCA  número 1218 de 10-6-1924 En este artículo entre otros acontecimientos se narran  las  guerrillas en Moya y tierras fronterizas de Teruel, las vicisitudes de la Junta  de Aragón y parte de Castilla, que por avatares de la guerra se reúne en Moya el 22-6-1809, en casa de los Nuñez de Haro, en Landete el 14-1-1811 y más tarde en Talayuelas, véase tambien Moncey, La Gaceta 1808. El día 31-1-1809, avisa el general Villacampa de la proximidad del enemigo, y huye la Junta de Landete  en el silencio de la noche, teniendo que ganar a pie, por sendas escabrosas  y ocultas,  a través de precipicios, y con un frío horroroso, la jornada no escasa que le separa de Utiel, véase Ballesteros, Utiel, pág.483. Aporta este dato el GRUPO DE INVESTIGACIÓN DE MOYA, en “MOYA: Estudios y documentos I,” Excma  Diputación Cuenca. Área de Cultura Cuenca 1986. Pág.345.

[15] Ballesteros Viana MIGUELHistoria de Utiel”.” Tercera edición  bajo el patrocinio del M.I  Ayuntamiento de Utiel. Utiel 1988. Págs. 482-491. Gráficas  Llogodí.. “HISTORIA CONTEMPORÁNEA DE LA VILLA DE UTIEL” por Miguel Ballesteros Viana. Prólogo, transcripción y notas adicionales por José Luis Martínez Martínez. Gráficas Llogodí, Utiel.1998. En el año 2001 y coincidiendo con los 150 años de la incorporación de Utiel  a Valencia se hizo una nueva edición de la HISTORIA DE UTIEL incluyendo los apéndices. De dicho trabajo se encargó el concejal de Cultura MIGUEL CREMADES MARTÍNEZ  y la edición es de Gráficas Alarcón. Utiel 2001.

[16] Op. Cita anterior. Pág. 483. HISTORIA DE UTIEL. Ballesteros Viana MIGUEL.

[17] “Oficio de la Junta de Aragón a Villacampa.11 de febrero de febrero de 1811 HISTORIA DE UTIEL. Ballesteros Viana MIGUEL. Pag. 483. “ Fuimos aquí recibidos  con aquella serenidad  y respeto que las almas  puras  tributarán siempre a los que se atreven a arrostrar  toda suerte de privaciones y peligros  en defensa de la libertad nacional”. Cita al pie de página. Muy completo es   el libro de mi amigo  el investigador utielano Martínez, Martínez JOSE LUIS “ Utiel entre 1806 y 1814para entender el periodo de la Guerra de la Independencia en Utiel y en la comarca de Moya de la que aporta datos.  Gráficas Llogodí, Utiel 2003.

[18]Op. Cit BALLESTEROS VIANA Miguel. “HISTORIA DE UTIEL”. Pág. 484.

 

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