MARIANO LOPEZ MARÍN
Ayer dos de mayo de 2016 se cumplieron 208 años del incio de la guera de la Independencia en España con el levantamiento del pueblo de Madrid.Por este motivo os haga llegar esta entrada dedicada a esta guerra en los antiguos pueblos del marquesado de Moya.Forma parte de un capítulo de mi obra " SALVACAÑETE : SU HISTORIA Y SUS GENTES".Fue publicada en agosto de 2004 con edición del Excmo Ayto de Salvacañete.
La
Guerra de la Independencia
En 1808
se inicia en España la Guerra de la Independencia contra los franceses y en ella el Marquesado de Moya y Salvacañete, como
parte de él tendrán mucha importancia
según se desprende de los documentos de
los Archivos[1]
del Palacio de Vincennes en París, que recogen la documentación francesa sobre
esta guerra, del libro del Conde de
Toreno, editado en 1836 con el título “).“Historia del Levantamiento. Guerra y Revolución de España”[2],
en el que aparece un mapa del
marquesado mencionado a Tórmeda y de
otros documentos[3].
Las
causas, la base y el origen de esta guerra hay que buscarlo en el tratado de
Fonteneblau (27 de octubre de 1807), ratificado en noviembre de ese mismo año
entre franceses y españoles según el cual los franceses apoyaban el
desmantelamiento del reino de Braganza en Portugal[4].
Con este pretexto Napoleón ocupó militarmente Portugal y poco después., en
1808, parte de España con la intención de mantener a Carlos IV y a su primer ministro Godoy en el
que había depositado toda su confianza el rey
y que se había convertido en regente con plenos poderes. En poco tiempo
mas de 80.000 franceses ocupaban tierras de Portugal y España. Los primeros
incidentes no tuvieron como objetivo a
los franceses sino al gobierno de Godoy,
que poco a poco había endeudado a España
En el célebre Motín de Aranjuez, 23 de marzo de 1808, se expulsa a Godoy y se
hace abdicar a Carlos IV a favor de su
hijo Fernando VII, y este a favor del emperador Napoleón que colocará en
España a su hermano José. Fernando VII
es confinado en Bayona y a partir del 2 de
mayo de 1808n el pueblo se rebela
a favor de su rey y en contra de los franceses. La rebelión se extendió
desde Móstoles y desde Madrid rápidamente a toda España.
Se creará
un ejército regular y uno popular
paralelo, una guerrilla formada por personajes variopintos. Uno de estos
personajes, El Empecinado, símbolo de la resistencia y que actuará mucho en tierras de Cuenca, contará con mas
de 500 hombres. Entre 1809 y 1810 se oficializará esta guerrilla y se
equiparará a los rangos del ejército regular. La batalla durará cinco años en
los que los franceses ganarán 10 batallas escalonadas en todas las plazas fuertes pero sin obtener
la sumisión de la península.
La guerra
acabará con la ayuda del ejército inglés con el general Wellinngton a su cabeza y con
la vuelta de Fernando VII en 1814. Entre las tropas francesas era frecuente el pillaje para subsistir. Los
motivos que impulsaron al pueblo español a la lucha eran mantener la integridad
del territorio, el restablecimiento de la dinastía y de los valores del rey,
patria, religión. La forma peculiar de combatir el pueblo español será la de
guerrillas, atacando a los correos
franceses en las montañas y debilitando
a sus tropas. De ahí que zonas montañosas como es Salvacañete y toda su comarca tuviesen mucha importancia.
Mapa del Marquesado de Moya en 1787
Según
cartas de ciertos generales franceses las tierras de Moya eran rebeldes y había
que escarmentar a sus moradores. El general Caulincourt en la correspondencia que mantiene con sus
superiores declara en varias ocasiones su firme deseo de escarmentar a Moya y sus rebeldes. En una
carta de 4 de julio de 1808 cuenta que al entrar en Cuenca encuentra la ciudad
abandonada y sin comida útil para su
ejército pues el gobierno revolucionario había mandado a la población huir a
las montañas. En su carta del 8 de julio
destaca que los rebeldes aragoneses y valencianos se han retirado a las
montañas y asegura: “……………es casi imposible destruirlos mientras la
montaña de Aragón no sea destruida y las murallas de Moya quemadas ….” Se queja que el correo francés es, a
menudo, interceptado por los insurrectos de las montañas y expresa que para poder vencer
en esta zona hay que enviar más tropas. Da los nombres de los rebeldes
nombrados por la Junta Revolucionaria de Cuenca. Entre esto se encuentra
Malavia, teniente del Regimiento de la Reina, jefe de los rebeldes moyanos. Es
curioso la anécdota que cuenta del obispo de Cuenca que estaba dispuesto a luchar
y había hecho llevar ante él a un suboficial francés prisionero para que
le enseñase las artes de la guerra.
En su carta del 9 de julio Caulincourt está furioso por los ataques procedentes de Moya y su
entorno y dice: “ …. Moya sería borrada
del mapa si el general jefe no me hubiera aconsejado con razón no lanzarme a la derecha y apoyar siempre a la izquierda
para secundar al general Frere en caso
de necesidad..” Sigue firme en su
propósito de restablecer el orden pero
reconoce que el desarme no se produce tan
rápido como esperaba. Desde las montañas reciben disparos y su material
empieza a deteriorarse. Pide un armero, ausente desde hace seis meses, ya que
los fusiles necesitan reparación.
Villa amurralada de Moya
Caulincourt,
según escribe en otra carta, cita que el 14 de julio algunos hombres de su
regimiento son asesinados entre Carrascosa y Tarancón..” No hay refuerzos que los brigantes
no hagan para que sus comunas se rebelen…” Los brigantes son lo sublevados y las comunas se refiere a los pueblos. Este
general se unirá al 9º regimiento
con un ejército de.” hombres salidos del hospital, sin energía y asqueados..”
Los
pueblos del Marquesado de Moya se unirán
en la lucha contra los franceses. Entre los rebeldes moyanos se habían organizado cuatro compañías
formadas por[5] 58 de Moya, 36 de Landete, 34 de Santa Cruz,
25 de Talayuelas, 27 de Alcalá de la Vega y 22 de Fuentelespino amén de otros
de otros lugares del marquesado. Pedro Pruneda en su “ Crónica de la provincia
de Cuenca”[6]
nos describe la actuación de los moyanos en Cuenca en estos términos” No bien salieron los franceses,
empezaron a entrar partidas de
españoles, más temibles algunas de ellas
que las tropas francesas. El 21 de junio (1808) el capitán d. Antonio Malavia,
con su partida de 70 moyanos, gente sin subordinación ni disciplina, que
escudándose en su exagerado patriotismo, se entregaron a todo género de excesos
y comprometieron a Cuenca. Prendieron al
intendente D. Baltasar Fernández y al corregidor D. Ramón Figueroa, y atados
codo con codo los llevaron a Moya y
desde allí a Valencia; pero examinada
con la mayor detención la causa que se les formó por delito de infidencia, por
unánime a cuerdo de la Junta
suprema de gobierno fueron absueltos el
26 de julio de todo cargo y puestos en libertad, dejándoles el goce de sus
respectivos destinos. Los de Moya saquearon
las casas, quemaron los muebles y atropellaron las personas de los
franceses Ferau, Baile y Pausa, avecindados desde hace muchos años en Cuenca; detuvieron y amenazaron
fusilar a otros; sacaron de la
tesorería trescientos mil reales que se
repartieron en el atrio de una iglesia, y se retiraron a Moya, llevándose
prisioneros a los soldados franceses que
Moncey dejó enfermos y recomendados..” El 24 de junio llegaría a Cuenca 800 valencianos del Regimiento de la
Fe, que prometieron defender a Cuenca, pero cuando supieron que se acercaban los franceses se
marcharon a otras provincias. El 28 de junio entraron en la ciudad 400
aragoneses del cordón de Teruel mandados por
el comandante D. Ambrosio Villalba, que prometieron defender a Cuenca.
Una de las medidas que se adoptaron fue obstruir el camino de la cuesta de Val
de Uclés y echar barrenos en los riscos cercanos para prenderles fuego cuando
pasaran los franceses y dejarlos sepultados en el tránsito.
Mapa de la Serranía de Cuenca
Caulincourt se dirigió a Cuenca
con su división para reforzar al general Moncey. Los jóvenes conquenses se prepararon para recibirle mientras
la mayor parte del vecindario se retiró a los pueblos de la sierra por
miedo a los franceses. La defensa que montaron no podía ser más sencilla, tres
cañones de hierro que montaron en sitios estratégicos de la ciudad
y unos pocos saquillos de pólvora. Conforme se acercaba Caulincourt el grupo defensor era menos numeroso y solo
los más intrépidos y obcecados
continuaban haciendo algunas salvas.
En esta
segunda entrada de los franceses en Cuenca hubo algunas desgracias que lamentar. Casas y templos fueron
allanados y saqueados, las alhajas de la catedral fueron reservadas para
Caulincour y sus oficiales y mandó cerrarla. La famosa custodia de los Hermanos
Becerril prácticamente fue destruida porque Caulincour se llevó toda la
plata, dejando únicamente el viril de
oro. Así mismo se llevó muchas alhajas
de la catedral y de otras iglesias.
Siguiendo
Cuenca el ejemplo de otras capitales de provincia, nombró una Junta Suprema de
Gobierno[7]
presidida por D. Ramón Falcón y Salcedo, la cual decretó el 22 de agosto de
1808 el secuestro de los bienes pertenecientes a los franceses. El 15 de
octubre de ese mismo año se dirigió a la
juventud una alocución entusiasta para
reclutar jóvenes que lucharan contra los
franceses. Con los que acudieron al llamamiento se organizó un regimiento y un
escuadrón, ambos con el término de Cuenca.
Varias veces más entraron los franceses en Cuenca. En 1810
lo hacía el general Lacote, el 22 de
abril de 1811 el general Lahoussaie. Y Cuenca estará en poder de los franceses hasta 1812 año en que estuvieron en ella de paso
Jose´Bonaparte con el mariscal Soult y
un numeroso ejército. Ese mismo año, en mayo y agosto, estuvo el Empecinado
de improviso en Cuenca La primera
vez, en el mes de mayo, cogió a los
franceses el dinero y los equipajes y
mató al comisario regio el barón Lardó. A partir de ese momento la guarnición francesa que
guarnecía Cuenca se marchó, volando antes el edificio del castillo e
inquisición.
Nuestro pueblo Salvacañete y toda la zona del
Marquesado de Moya no serían ajenos a los acontecimientos que ocurrían en la capital Cuenca en su lucha contra los franceses. Además esta zona fronteriza
entre Teruel y Valencia era lugar de paso de convoyes de tropas francesas hacia Valencia. Su orografía
muy montañosa permitió la actuación
de las guerrillas. Y hay constancia
de la presencia en esta comarca del
Empecinado, uno de los jefes guerrilleros más famosos y que hostigaba por
sorpresa a los franceses. Atacaban sus convoyes, interceptaban los correos y
así las ordenes no podía llegar al enemigo, a sus frentes de batalla o les
robaban. En la zona de Salvacañete actúa la cuadrilla del Tío Pedro frente al invasor francés, realizando numerosos ataques
sorpresa a los ejércitos napoleónicos. Hay un trabajo[8]
muy interesante de Juan Jiménez de Aguilar sobre Teruel y Cuenca en la guerra con los franceses sobre la
Guerra de la Independencia en las Tierras fronterizas de Teruel y Cuenca,
Salvacañete se encuentra en ese lugar, y que nos aporta datos muy completos
sobre este conflicto en nuestra zona, la actuación de las guerrillas de Moya en esta zona fronteriza,
la reunión que tuvieron que hacer por los avatares de la guerra la Junta de
Aragón y parte de Castilla que se reunió en Moya el 22 de junio de 1809 y
posteriormente en Landete el 14 de enero de 1811.
En la Historia de Utiel[9]
de D. Miguel Ballesteros Viana hay
muchos datos sobre la guerra de la independencia en el Marquesado de Moya. En
ella nos informa de cómo Cádiz y
Valencia eran las únicas poblaciones
ricas y populosas que no habían caído en poder de los franceses al comenzar el
año 1811; pero llegaron importantes esfuerzos del extranjero y comenzaron con
más ímpetu las operaciones para su ocupación.
Las comarcas de Molina de
Aragón y Tarancón estaban invadidas por
columnas volantes de franceses. Esto motivó que la Junta de Aragón buscará
albergue seguro en Landete y su comarca, al abrigo de la división Villacampa;
pero este fue encontrado el 31 de enero
por una de aquellas columnas, formada por 300 infantes y 300 caballos. Tuvo que sostener este
valiente militar una línea de ataque de
tres cuartos de hora, en una tierra montañosa y muy quebrada, cubierta de
nieve y con las tropas descalzas. El
español fue abatido con ventaja, y este
desastre le hizo perder bastante gente, viéndose obligado a retirarse a Huélamo y Tragacete. El triunfo de Checa alentó a
los franceses que continuaron su
marcha invadiendo a comienzos de febrero
todo el marquesado de Moya en columnas volantes. Pero no encontró habitantes en los pueblos, habían
huido a las montañas por miedo al
invasor, y se dirigió a Ademuz donde sentó el cuartel general. Su objetivo era
sorprender a la Junta de Aragón, con sede en Landete, y tal vez lo hubiese conseguido sin la presencia del coronel Gayán que
apreció en Santa Cruz de Moya, estando Abbé haciendo correrías por el
Marquesado. Los españoles obligaron a los franceses a retirarse hasta a Teruel,
llegando a sus inmediaciones, donde solo consiguieron hostilizar a las avanzadas francesas de la plaza situadas en las Tenerías,
Florida y campo de Valencia.
Landete.Localidad donde se reunio la Junta de Aragón y pàrte de Castilla en 1811, el 14 de enero
Villacampa, después del
desastre del 31 de enero de 1811, avisó a Landete para evitar la sorpresa de la
Junta, si el enemigo seguía su marcha; pero “los individuos que la componían no demoraron su salida, y abandonando los equipajes y con solo los papeles más interesantes al orden de las cosas salieron de aquel lugar en el silencio de la noche, teniendo que
ganar a pie, por sendas escabrosas y ocultas,
a través de precipicios y con un frío horroroso, la jornada no
escasa que le separa de Utiel, elegido
por puerto de refugio y adonde llegaron aquellos honrados ciudadanos el día 10 de febrero en la situación que es
fácil presumir”.[10] En Utiel fueron
recibidos como héroes en la Casa del Consistorio donde los recibieron el
Corregidor y los vecinos principales del pueblo. Todos ellos querían hospedar
en su casa a los componentes de esta Junta. En cuanto se corrió la voz de su
presencia en Utiel y en el Consistorio
se acercaron muchos vecinos que
invadieron la casa de la villa
ofreciéndoles su apoyo, tanto en amistad como en intereses y en cuanto fuese
necesario para el bienestar de la patria y mostrándose hospitalarios con ellos[11].
El día 11 avisaron de Landete sobre la retirada de los franceses a Teruel, y pretendieron los de la Junta volver al cercano Marquesado, para estar más
en contacto de las columnas del
ejército, pero los utielanos no consintieron su salida de la villa. La Junta,
agradecida al pueblo por las muestras de agradecimiento se decidió a seguir en
Utiel y con fecha 11 de febrero envió un escrito a la Regencia de Cádiz y a las divisiones españolas de Cuenca y
Valencia. En Utiel permaneció varios
meses.
El 9 de marzo llegó Villacampa
a las Huertas, Huerta del Marquesado,
con intención de pasar a Cañete, pues iba falto de víveres y con
los caballos desherrados. Pero aquel pueblo estaba ocupado por el
enemigo y se fue a Valdemeca,
desde donde envió a Utiel los gastadores y numantinos, retrocediendo con el
resto de la gente a Beamud y Huélamo. Con la llegada de estas tropas
a Utiel se supo del lamentable estado de
la división, especialmente por la falta de calzado. Y mientras en Utiel la Junta reunía un pequeño convoy de víveres en Valencia, a donde habían
avisado desde Utiel, reunía bastante
dinero para comprar 2034 pares de
zapatos, que sin pérdida de tiempo llegaron a Utiel con varios cajones de
hilas, vendajes y alguna cantidad en metálico. “Por los pasos de la Sierra fue
enviado el pequeño convoy, custodiado por parte de las fuerzas destacadas en Utiel, y el Mariscal español
calzó la tropa el mismo día de la llegada del convoy, el 26 de marzo. Además los de Valencia habían comprado
un sable de honor que Villacampa recibió
con júbilo señalado entre los demás donativos”[12].
El pueblo de Utiel ayudó con víveres a las divisiones de Obispo y Villacampa acantonadas en Moya y Landete desde abril hasta julio.
En el mes de Abril los vecinos
de Utiel repartieron dieciséis mil reales
para las dos brigadas de transporte que hubieron de organizarse para
conducir víveres y efectos a la Serranía. Las divisiones de Obispo y Villacampa estuvieron acantonadas en
Moya y Landete, desde abril hasta julio, y Utiel facilitó casi todos los mantenimientos diariamente de 60, a 80 caballerías en la conducción del convoy, y los labradores
por turno riguroso, proporcionaban de 10 a 30 carros con igual fin. La Junta de Valencia también
prestó mucha ayuda porque tenía bien defendidos sus territorios por la parte
que lindaba con Castilla. Además las comunicaciones con Aragón se mantenían expeditas, gracias a lo mucho que acortaba las distancias la oculta carrera que se extiende entre Utiel y Landete y a las dilatadas
tierras que afluyen a Moya, villa fronteriza
entre tierras de Cuenca, Teruel y Valencia. Utiel se había volcado con
las tropas acantonadas en Landete y Moya y antes por Valdemeca,
Beamud y Huélamo. En un año los
utielanos habían aportado mas de 160.000 reales, en su mayor parte a las
divisiones de Cuenca y al Hospital Militar de Tejeda. El año 1811 se
acantonaron tropas en Utiel, como avanzada de Valencia, y
el vecindario se quejó al general Blake que no podían suministrarles
alimentos porque las tormentas de la primavera
habían destruido las cosechas y faltaban alimentos para los propios
utielanos. El general lo entendió y mandó enviar socorros de los pueblos
próximos.
Nuestras tierras, fronterizas
con Teruel y Valencia, tuvieron un
destacado papel en la Guerra de la Independencia. Cuando acabó la
contienda bélica de la guerra de la
independencia, numerosas cuadrillas de antiguos guerrilleros pululan por estos
confines de la Serranía de Cuenca,
Sierra de Albarracín y por la parte del Maestrazgo, convertidos en bandoleros
que asaltaban a los viajeros,
a las diligencias y a lugares donde podían conseguir alimentos y
dinero, los propios pueblos y en el caso de Salvacañete sus aldeas y rentos. La
orografía del terreno de nuestro término permitía acciones de bandolerismo.
Salvacañete desde la Solana.M.Lopez Marín
[1]
Documentos de los Archivos de Vincennes en París sobre la Guerra de la
Independencia.
[2]
TORENO, Conde de.(José Mª Queipo de Llano Ruiz de Saravia).“Historia del Levantamiento.
Guerra y Revolución de España”
. 1836. Hombre muy culto. En 1810 representaba ya en Cádiz a la Junta de León.
Allí se reveló como un excelente orador
y defensor de la filosofía liberal y artífice de gran parte de los
artículos de la constitución de Cádiz. Al regreso de Fernando VII, abandonó
España y pasó a Lisboa, Londres y París,
y se le confiscaron sus bienes. En la
Constitución de 1820 se le restituyeron y fue nombrado presidente de las
Cortes. Otra vez, con la vuelta al absolutismo del rey ,volvió a exiliarse
donde comenzó a redactar su famosa obra Historia
del Levantamiento. Guerra y Revolución de España que concluiría en
1830. Una vez fallecido el rey, la reina gobernadora decretó l amnistía y Toreno fue nombrado ministro de
Hacienda en junio de 1834 y más tarde
procurador en las Cortes por la
provincia de Cuenca. El 7 de junio de 1835 fue nombrado Presidente del Gobierno
presentando su dimisión en 1835. Falleció
en París el 16 de septiembre de 1843.
[3] MARTÍNEZ
MARTÍNEZ, José Luis.- “ La villa de Utiel 1808-1814” De la ocupación francesa y l Constitución de 1812. 220
págs. Gráficas Llogodí. Utiel. Junio 2003. En esta extraordinaria obra de mi
querido amigo José Luis hay una
extensísima bibliografía y fuentes documentales sobre la Guerra de la
independencia en la comarca de Utiel y en zonas próximas de Cuenca como son la
santiguas tierras de Moya. Entre esa bibliografía destacamos por los datos que nos aporta: SERVICIO HISTÓRICO NACIONAL. Ministerio del ejército. Madrid. “ Diccionario Bibliográfico de la Guerra de
la Independencia Española. 1808 - 1814”.
3 vols. ; GRASSET. “ La Guerre d´Espagne ( 1807- 1813)”. ; A. H. N. Madrid. Sección
correspondencia Militar. Archivo Guerra
de la Independencia; A.H.N. Madrid.
Serie : “ COLECCIÓN DOCUMENTAL DEL FRAILE”.: Ingente y muy dispersa
colección documental formada por más de 10000 folletos, diarios, publicaciones,
proclamas, edictos libros, etc. de los siglos
XVIII y XIX, reunidos por el fraile capuchino Fray Joaquín de Sevilla
.Publicados en resumen por: Ed. Ares. Madrid, 1947.Varios vols.; GÓMEZ DE ARTECHE Y MORO, José:” Guerra de la Independencia. Historia Militar
de España de 1808 a 1814”. Ed. Madrid,
1868-1903”. 14 volúmenes. General, Subsecretario de la Guerra, ayudante
personal del Rey. Académico de la Real Academia de la Historia. Es uno de los
más eruditos historiadores de la Guerra de la Independencia.
[4] “Los
moyanos y la guerra de la Independencia”. Artículo de Rosa Sánchez en
el boletín de la Asociación de amigos de Moya. Número 9. Enero 1995. Este
artículo se ha incluido posteriormente en “ MOYA.- Su historia, sus tierras, sus hombres, sus tradiciones”
EUSEBIO GÓMEZ Y TEODORO SÁEZ FERNÁNDEZ. Asociación de Amigos de Moya. Moya
2000. Pags 99-103.
[6]
PRUNEDA, Pedro.- “Crónica de la Provincia de Cuenca”. Madrid 1869. Editores
Rubio, Grilo y Vitturi. Edición en facsímil del original. EDICIONES GACETA
CONQUENSE, 1985.Págs. 54-55.
[7] Op.
cit. PRUNEDA, Pedro.- “Crónica de la Provincia de Cuenca”
págs.28-29
[8]
“ Teruel
y Cuenca en la Guerra con los franceses” JIMÉNEZ AGUILAR, Juan.
Artículo en EL DÍA DE CUENCA número 1218
de 10-6-1924 En este artículo entre otros acontecimientos se narran las
guerrillas en Moya y tierras fronterizas de Teruel, las vicisitudes de
la Junta de Aragón y parte de Castilla,
que por avatares de la guerra se reúne en Moya el 22-6-1809, en casa de los
Nuñez de Haro, en Landete el 14-1-1811 y más tarde en Talayuelas, véase tambien
Moncey, La Gaceta 1808. El día
31-1-1809, avisa el general Villacampa de la proximidad del enemigo, y huye la
Junta de Landete en el silencio de la noche, teniendo que ganar a pie, por sendas
escabrosas y ocultas, a través de precipicios, y con un frío
horroroso, la jornada no escasa que le separa de Utiel, véase Ballesteros,
Utiel, pág.483. Aporta este dato el GRUPO DE INVESTIGACIÓN DE MOYA, en “MOYA:
Estudios y documentos I,” Excma
Diputación Cuenca. Área de Cultura Cuenca 1986. Pág.345.
[9] Ballesteros
Viana MIGUEL “HISTORIA DE UTIEL.”
Tercera edición bajo el patrocinio del
M.I Ayuntamiento de Utiel. Utiel 1988.
Págs 482-491. Gráficas Llogodí.. “HISTORIA CONTEMPORÁNEA DE LA VILLA DE
UTIEL” por Miguel Ballesteros Viana. Prólogo, transcripción y notas
adicionales por José Luis Martínez
Martínez. Gráficas Llogodí, Utiel.1998. En el año 2001 y coincidiendo con
los 150 años de la incorporación de Utiel
a Valencia se hizo una nueva edición de la HISTORIA DE UTIEL incluyendo
los apéndices. De dicho trabajo se encargó el concejal de Cultura MIGUEL CREMADES MARTÍNEZ y la edición es de Gráficas Alarcón. Utiel
2001.
[11]
“ Oficio de la Junta de Aragón a
Villacampa.11 de febrero de febrero de 1811” HISTORIA DE UTIEL. Ballesteros Viana MIGUEL. Pag. 483. “ Fuimos
aquí recibidos con aquella
serenidad y respeto que las almas puras
tributarán siempre a los que se atreven a arrostrar toda suerte de privaciones y peligros en defensa de la libertad nacional”. Cita al
pie de página. Muy completo es el libro
de mi amigo el investigador utielano
Martínez, Martínez JOSE LUIS “ Utiel
entre 1806 y 1814” para entender el periodo de la Guerra de la
Independencia en Utiel y en la comarca de Moya de la que aporta datos. Gráficas
Llogodí, Utiel 2003.
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